Pese a que el final del verano está cerca, hay una fruta que destaca por encima de todas en época estival: la sandía. Tradicionalmente, la sandía se adquiere entera para luego ser cortada en rodajas en casa, lo que facilita su consumo y minimiza el desperdicio generado. Sin embargo, en los últimos años, se ha vuelto común encontrar sandías ya partidas en supermercados de España, disponibles en diferentes tamaños, como medias sandías, cuartos e incluso porciones individuales. Tras destacar cuáles eran las mejore cervezas del supermercado y alertar del consumo de agua del grifo, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha emitido una advertencia sobre los riesgos asociados a la compra de sandías partidas. ¿Qué pasa con ellas?
La OCU alerta sobre comprar sandias partidas por la mitad en supermercados de España: hay riesgos y da varios consejos
La OCU ha sido clara en su mensaje. La agencia ha destacado que uno de los principales problemas es que estas frutas a menudo no se mantienen refrigeradas, lo que aumenta el riesgo de contaminación debido a la manipulación. Cuando las sandías se almacenan a temperatura ambiente, existe un mayor peligro de proliferación de microorganismos patógenos como Salmonella, Escherichia coli verotoxigénico o Listeria monocytogenes, que pueden causar diferentes enfermedades y hacernos daños en nuestro tracto digestivo, llevándonos incluso a una posible hospitalización en casos más graves.
Además, la pulpa, que es la parte comestible de la fruta, queda expuesta a agentes externos y al aire, ya que no está protegida por la cáscara. Por eso se nos dan una serie de consejos para evitar caer enfermos por consumir fruta en mal estado o manipulada de forma incorrecta.
Consejos para el consumo seguro de frutas partidas
La Agencia Española de Seguridad Alimentaria ofrece una serie de recomendaciones para garantizar un consumo seguro de frutas como la sandía, el melón y la piña:
- Mantener la fruta partida en refrigeración a una temperatura inferior a 25ºC y protegerla de la luz solar para prolongar su frescura.
- Las frutas más ácidas y maduras, como la piña, tienen un mayor riesgo de deterioro y contaminación, por lo que es fundamental refrigerarlas inmediatamente después de la compra a menos de 5ºC.
- En los establecimientos comerciales, es crucial que el personal mantenga una estricta higiene en los utensilios y superficies de corte, y que las frutas se conserven en condiciones adecuadas, alejadas del calor y de la exposición solar. También es importante desechar frutas muy maduras o dañadas.
- Los consumidores deben verificar que el envase esté limpio y sin signos de daño, así como evitar adquirir productos con señales visibles de deterioro, como manchas o un aspecto seco.
Como explica la agencia española y la propia OCU, todas estas precauciones puede reducir el riesgo de enfermedades alimentarias y permitir disfrutar de la fruta de manera segura durante toda la temporada. Teniendo en cuenta lo mala que es la alimentación en España, país en el que se consumen muchas patatas fritas, nunca está de más consumir fruta de la mejor manera posible.
