Presentar la gala de los Óscar ya no es lo que era desde que Will Smith agredió a Chris Rock en la edición de 2022, generando con ello un fuerte debate sobre la seguridad del evento marcando un antes y un después en el importante acontecimiento hollywoodiense. En principio, Jimmy Kimmel iba a repetir como maestro de ceremonias subiéndose al escenario del evento en 2025, pero parece que el también cómico ha rechazado la oferta, y no es el único: John Mulaney también se baja del carro y el sector cinematográfico norteamericano está en apuros. ¿Por qué nadie quiere presentar los Óscar?
Jimmy Kimmel y John Mulaney se bajan de los Óscar y los premios de la Academia se quedan sin presentador para 2025: ¿Qué ha pasado?
Según informan desde Variey, Jimmy Kimmel habría rechazado la generosa oferta de presentar los premios Óscar 2025 por motivos que no se han hecho públicos, que podrían girar alrededor de un conflicto entre la Academia y el cómico. John Mulaney, por su parte, tampoco está interesado en el acontecimiento y declinó la proposición de Hollywood, según parece, por complicaciones de agenda.
La siguiente gala tendrá lugar el 2 de marzo del año próximo y, de momento, la cosa no pinta demasiado bien para la ceremonia que todavía sigue estudiando qué filmes, artistas y creativos van a optar a los premios. Habrá que esperar para ver quién recoge el testigo y pasa a ser la cabeza de la celebración.
Hollywood se encuentra actualmente en una preocupante crisis a pesar de lanzar éxitos recientes como 'Del revés 2' o 'Deadpool y Lobezno'. Tras la pandemia y las recuperaciones de dos huelgas que han azotado sus entrañas, parece que la Meca del Cine está experimentado una transformación significativa y preocupante. La capital de los sueños está cerca de convertirse en una pesadilla y ya se ha confirmando un descenso del 40% en la producción de cine y televisión en comparación con el pico alcanzado en 2022. El número de películas producidas ha tenido una disminución del 3,3% en el último año y del 23,8% en los últimos cinco años. El descenso en la producción ha desencadenado una serie de despidos preocupantes y la situación es crítica.