Recientemente sabíamos que la generación Z es la que más compra directamente por TikTok en lugar de Amazon, y que no se avergüenzan de ser "gamers". Pero también confían más de la cuenta en la IA y tiene problemas con la puntualidad. Suponen, según estudios recientes, en torno al 10% de la población española, lejos de la generación Silver, casi el 25% de nuestros habitantes y, sin embargo, tienen preocupaciones similares, según un estudio del INE al que Marketing Directo ha dedicado unos gráficos.
Es llamativo que dos generaciones de edades tan distintas (nacidos de 1995 a 2009 para la generación Z frente a los nacidos entre 1946 y 1964 de la generación Silver) compartan hasta cierto punto costumbres y temores con respecto al futuro y no está de más repasarlo.
¿Qué costumbres y preocupaciones comparten la generación Z y la generación Silver?
Algo que parece fundamental y relevante en lo que desenvolverse en el mundo y época en la que vivimos es el uso de internet. Hay que tener en cuenta que los Z han nacido con internet, mientras que la Silver ha tenido una vida mayoritariamente "analógica". Sin embargo, es evidente que los mayores ya se han acostumbrado de sobra a vivir en la red, como demuestran los gráficos.
Lo que representa esta imagen es que el 79% de la generación Z no imagina su vida sin internet, frente al 63% de los Silver. Resulta un porcentaje muy alto para los mayores de 55 que representan el segundo grupo demográfico y demuestra el impacto incuestionable que ha tenido en la vida de la mayoría de personas la irrupción de las facilidades para acceder a la red. Pero más llamativo aún es cómo prácticamente hacen el mismo uso de redes sociales, con un 65% de los Z y 63% de los Silver reconociendo usarlas semanalmente.
El estudio también refleja el impacto de las marcas en estos grupos. Aquí también se puede apreciar fácilmente el impacto de internet. En el caso del grupo más joven (los Z), el 55% siente atracción por marcas que les representan. Es decir, que están dispuestos a pagar más por determinados productos si sienten que "está hecho para ellos". Por contra, este sentimiento tan solo representa al 31% de los mayores del estudio. Es fácil relacionar esto con el hecho de que las generaciones más recientes han sido el comienzo de la publicidad personalizada en internet, que analiza patrones y costumbres del público para asaltarnos con productos que estadísticamente nos interesen.
En ambos casos hay una tendencia hacia las marcas responsables, que tienen en cuenta aspectos sociales y medioambientales (65% y 57% para los Z y Silver, respectivamente). Sin embargo, la mayoría son escépticos con los líderes empresariales, y solamente un 45% y 44% confían en ellos.
Precisamente en el aspecto medioambiental se ven algunas de las diferencias más notables entre unos y otros. Aquí entran en juego por supuesto el hecho de que la generación Z nació sufriendo ya los efectos del cambio climático y que se van exacerbando con el tiempo. El 55% de la generación Silver cree que no es un problema acuciante, frente al 71% de la preocupación por las generaciones futuras en lo que al medio ambiente se refiere. El 76% de los más jóvenes del estudio es consciente del impacto de sus acciones, pero solo el 43% de los mayores lo comprende. La mayoría de los Z (84%) considera a las empresas responsables de ayudar a combatir el cambio climático, pero solamente el 69% de los Silver comparte esta idea.
Si bien ambos grupos buscan una vida más sencilla (con un 65% para los más jóvenes y un 63% para los mayores, su percepción de lo rápido que cambia el mundo es muy distinta. En el caso de la Generación Z, a la que le ha tocado nacer en una época muy globalizada y que viene encadenando distintas crisis y conflictos internacionales; el 87% cree que hay cambios a gran velocidad, mientras que entre los Silver, únicamente el 61% tiene esta impresión. En esto sin duda influyen también los cambios en materia social y laboral que se vienen viendo desde hace un par de décadas y que afectan a la vida de los que aún intentan buscar su lugar en el mundo.
