Robert Downey Jr. está en un momento dulce de su carrera. El año pasado, protagonizó lo último de Christopher Nolan, Oppenheimer, y hace apenas unos meses, recibió su primer Óscar su trabajo en el filme, donde interpretó a Lewis Strauss. Este reconocimiento, por parte de la crítica y la Academia de Hollywood, llegó después de una trayectoria marcada por un impresionante ascenso, una caída notable y un renacimiento que ha cautivado a la industria y al público. Downey, que afirma que ha tenido grandes papeles y grandes fracasos en su carrera, afirma estar completamente agradecido a tres grandes papeles que lo han revitalizado y mejorado como actor y como persona. Pero según él, su obsesión seguirá siendo Iron Man y su rol como Tony Stark. Pese a su esfuerzo, cree que su actuación con el personaje de Marvel pasó desapercibida por ser parte de una saga de superhéroes.
Robert Downey Jr. afirma que su actuación como Iron Man en Marvel es de las mejores que jamás hará en toda su carrera: 'Nadie lo notó'
Robert Downey Jr. ha tenido una carrera llena de altibajos. En los años 90, fue considerado uno de los actores más talentosos de su generación, pero su carrera se descarriló debido a problemas de adicción y varios incidentes legales. Después de varios intentos de rehabilitación y algunos periodos en prisión, Downey logró un regreso triunfal al cine a mediados de los 2000. ¿Cómo? Con Iron Man, un papel con el que se especula tendrá un próximo encuentro en el futuro. Aunque considera Oppenheimer como "la mejor película en la que jamás he estado" y Tropic Thunder su "película favorita de todos los tiempos", Downey guarda en alta estima su paso por el Universo Cinematográfico de Marvel.
Su interpretación de Tony Stark en la Iron Man de Jon Favreau no solo revitalizó su carrera, sino que también puso en marcha el exitoso Universo Cinematográfico de Marvel (MCU). En el podcast 'Literally! With Rob Lowe', Downey defendió su etapa en Marvel Studios, reconociendo que la muerte de su superhéroe y su salida del macroproyecto de Kevin Feige lo dejaron expuesto y vulnerable. "Me sentí muy expuesto después de estar en el capullo de Marvel donde creo que hice algunos de los mejores trabajos que haré nunca, pero pasaron un poco desapercibidos por el género", indicó el intérprete.
"Me hice un favor, porque se quitó la alfombra que tenía debajo y todas las cosas sobre las que me apoyaba, en lugar de lo que entendía como confianza y seguridad. Vaya que si se evaporaron...", continúa. La salida del MCU representó una transición difícil para Downey, quien rápidamente intentó anclarse a otra franquicia con Dolittle, que se pegó una buena en la taquilla y casi lo volvió a enterrar rápidamente. Como ha explicado en medios estadounidenses como New York Times, reservas sobre el proyecto, su entusiasmo y confianza desmedida tras el éxito con Marvel lo llevaron a asumir el papel. "Entré rápidamente en lo que prometía ser otra gran franquicia potencial, divertida y bien ejecutada con 'Dolittle'. Tenía algunas reservas. Mi equipo y yo estábamos un poco demasiado emocionados con el trato y no lo suficientemente emocionados con la ejecución", recuerda el actor.
"Pero en ese momento era invulnerable. Era el gurú de todas las películas de género. Fue una herida de dos años y medio de oportunidad desperdiciada", concluye. De aquel fracaso nació la posibilidad de Oppenheimer, pues lo llevó a buscar proyectos más profundos y significativos. Su reciente éxito con el filme de Nolan, y su próximo trabajo en El simpatizante junto a Park Chan-wook demuestran que hay vida después del MCU. Una vez más, ha demostrado que su talento y capacidad de reinvención son inigualables.
