El egosurfing, aunque a primera vista pueda parecer un acto de vanidad, es en realidad una práctica recomendada por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) por razones que trascienden el simple autointerés. Este método consiste en buscar información personal en internet, como el nombre, dirección o datos de contacto, para conocer qué información sobre nosotros circula en la red. La OCU subraya que no solo es crucial para proteger nuestra seguridad en internet, verificando si nuestra información personal ha sido comprometida, sino que también se ha convertido en una herramienta esencial en el ámbito laboral, particularmente entre los más jóvenes de la Generación Z.
Las empresas buscan tu nombre en internet
Las empresas hoy en día, como parte de sus procesos de contratación, frecuentemente realizan búsquedas en línea de los candidatos para obtener un perfil más completo. Por esta razón, es cada vez más importante para quienes buscan empleo realizar egosurfing regularmente.
Esta práctica permite a los individuos conocer de antemano qué información está disponible públicamente sobre ellos y, si es necesario, tomar medidas para gestionar su presencia en línea de manera que refleje positivamente su imagen profesional y personal.
¿Cómo hacer egosurfing?
Realizar egosurfing es sencillo: basta con introducir el nombre y apellidos entre comillas en un buscador como Google para ver qué información aparece. También es recomendable verificar datos más sensibles como el correo electrónico o el número de identificación personal en sitios web como Have I Been Pwned, que indican si estos han sido expuestos en alguna violación de datos. Este tipo de autoevaluación digital permite a las personas detectar posibles problemas de seguridad y abordarlos antes de que puedan ser explotados por actores malintencionados.
Sin embargo, también puede revelar la presencia de información indeseable o inexacta en internet. En tales casos, la OCU aconseja tomar varias medidas: ajustar las configuraciones de privacidad en redes sociales, contactar con las fuentes de los datos para solicitar la eliminación del contenido y, si es necesario, ejercer el derecho al olvido bajo el Reglamento General de Protección de Datos a través de instituciones como el INCIBE (Instituto Nacional de Ciberseguridad de España). En situaciones donde el contenido encontrado sea ilícito, se debe acudir a las autoridades competentes.
