La película Showgirls, dirigida por Paul Verhoeven y lanzada en 1995, pasó de ser vapuleada e incluso lastar la carrea de su protagonista, Elizabeth Berkley, de Salvados por la campana, a convertirse en un clásico de culto. Controvertida por su carácter erótico y sus escenas de desnudos parciales, vivió una segunda edad de oro con el vídeo doméstico y sus emisiones en distintas plataformas, como Movistar Plus+. Sin embargo, después de que VH1 adquiriera los derechos para emitirla en EE.UU. para ajustarla a un público más amplio para poderla poner en televisión tuvo una ingeniosa idea, pintar sujetadores y tangas sobre los fotogramas de la película.
Originalmente estrenada con una calificación NC-17 por su explícito contenido sexual, Showgirls, pesar de ser un desastre en taquilla en su lanzamiento, su legado como un ícono de la extravagancia camp y el mal cine es inquebrantable, y su capacidad de entretener y provocar discusiones no ha disminuido con el tiempo.
the correct way to watch SHOWGIRLS was on VH1 in like 2005 when they poorly edited these microsoft paint bras onto every topless actress pic.twitter.com/j3nvmUXnmu
— lauren badillo milici 🩷 (@motelsiren) March 28, 2024
Se cortaron escenas completas de la película
Lo cierto es que en la versión emitida por VH1, el contenido visual y verbal ofensivo fue censurado de manera notable. Esto incluyó el uso de "sujetadores digitales" y bragas superpuestas sobre las escenas de desnudos, una solución de efectos visuales que muchos espectadores encontraron cómica y poco convincente.
Además, se modificaron diálogos mediante doblaje adicional (ADR) para eliminar las palabrotas, reemplazándolas con alternativas menos ofensivas con otras voces que no eran la de las actrices originales. Incluso se recortaron escenas completas, dando lugar a un pastiche sin ningún sentido y con lencería pintada coo si hubieran usado paint.
El resultado de estas modificaciones fue una versión del filme que algunos podrían considerar casi irreconocible, tal y como destacó un usuario de Reddit. Estos cambios no solo alteraron la estética de la película sino que también alteraron su impacto y tono, transformándola en un objeto de burla en lugar de la provocación que Verhoeven había pretendido originalmente.