La trayectoria de Anne Hathaway, tras ganar un Óscar, no fue exactamente un camino de rosas; más bien se convirtió en un escenario donde la actriz tuvo que enfrentarse a una ola de hostilidad en línea que afectó profundamente su carrera. Este fenómeno, denominado "Hathahate", surgió en un momento en que Hathaway estaba en la cúspide de su carrera, tras recibir la estatuilla a la mejor actriz de reparto por su papel en Les Misérables. Sin embargo, esta cima profesional se vio ensombrecida por una campaña de desprecio en línea que llegó a costarle roles importantes. En una reciente entrevista con Vanity Fair, Hathaway compartió cómo este odio en línea, carente de una causa concreta más allá de su aumento de visibilidad y popularidad, impactó negativamente en su vida profesional, revelando que muchos estudios se mostraron reticentes a contratarla debido a la toxicidad que rodeaba su imagen pública.
Un papel que impulsó su carrera en el peor momento
"Muchas personas no me dieron papeles porque estaban muy preocupadas por lo tóxica que se había vuelto mi identidad en línea", explicó la actriz durante la entrevista. En medio de este torbellino de críticas y rechazo, un faro de esperanza surgió en la figura de Christopher Nolan, quien eligió ignorar la marea de negatividad y ofrecerle a Hathaway un papel en Interstellar, una de las producciones más aclamadas de su carrera. Este gesto de Nolan no solo representó un respaldo crucial en un momento difícil, sino que también permitió que Hathaway mantuviera el impulso en su carrera, evitando el estancamiento que podría haber ocurrido de no ser por su intervención.
Nolan, al haber trabajado previamente con Hathaway en El caballero oscuro: La leyenda renace, demostró una confianza inquebrantable en su talento y profesionalismo, desoyendo las críticas en línea y brindándole un papel que destacaría sus habilidades como actriz.
"Christopher Nolan es un ángel, a quien no le importaba eso y me dio uno de los papeles más hermosos que he tenido en una de las mejores películas en las que he sido parte", dijo sobre Nolan.
Hathaway, reflexionando sobre su carrera, subrayó también la importancia de permanecer audaz y abierto a pesar de las humillaciones y los desafíos. La actriz recalca que ser actor implica una dosis de valentía, un llamado a ofrecer algo que valga el tiempo, el dinero y la atención del público. “La humillación es algo muy duro de soportar. La clave es no dejar que eso te cierre. Tienes que ser audaz y puede ser difícil porque piensas: 'Si me mantengo a salvo, si abrazo el medio, si no llamo demasiado la atención, no dolerá'. Pero si quieres hacer eso, no seas actor. Eres un equilibrista. Eres un temerario. Le estás pidiendo a la gente que invierta su tiempo, su dinero, su atención y su cuidado en ti. Entonces tienes que darles algo que valga todas esas cosas. Y si no te cuesta nada, ¿qué ofreces realmente?", apuntó la actriz.
Todo el mundo odia a Anne Hathaway
Después de los Óscar, un artículo del New York Times preguntó: “¿Realmente odiamos a Anne Hathaway?” y repasó algunas de las críticas que soportó la actriz de parte de los medios, como que The San Francisco Chronicle la calificó como “la celebridad más molesta” del año y un escritor neoyorquino que explora la pregunta: “¿Por qué eres tan molesta?” El copresentador del Óscar de Hathaway, James Franco, asistió al programa de Howard Stern, donde el locutor de radio dijo: "Todo el mundo odia a Anne Hathaway" y dijo que ella parece "muy afectada y actriz". A lo que Franco respondió: "No soy un experto en (supongo que se les llama 'hatha-haters') pero creo que eso es lo que tal vez lo desencadene".