El año 2023 marcó un hito preocupante en la historia climática de la Tierra al ser catalogado como el más cálido desde que se llevan registros, con una temperatura media cerca de la superficie de 1,45 °C, con un margen de incertidumbre de ± 0,12 °C, según el último informe de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), el organismo especializado en clima de las Naciones Unidas. Este informe no solo resalta este récord térmico, sino que también destaca los alarmantes incrementos en diferentes indicadores relacionados con el cambio climático, como los gases de efecto invernadero, el nivel del mar, el aumento de temperaturas, y el deshielo de las capas de hielo de los polos.
Un clima extremo que está impactando en la sociedad, la economía y el equilibrio del planeta
La OMM advierte que el clima extremo derivado de estos cambios está teniendo un impacto devastador en el desarrollo socioeconómico global, mencionando específicamente olas de calor, sequías, incendios forestales e inundaciones como factores desencadenantes de la "miseria y caos".
Este panorama llevó a la ONU a declarar una "alerta roja" en relación con el cambio climático, con su Secretario General, Antonio Guterres, resaltando especialmente el derretimiento de los polos como un signo preocupante. Guterres expresó su inquietud afirmando que es probable que los glaciares hayan perdido más hielo que nunca, reflejando así una tendencia preocupante que ha estado en curso durante varios años.
El deshielo de los polos no solo contribuye al aumento del nivel del mar, lo que podría amenazar a muchas zonas costeras en el futuro, sino que también es una de las manifestaciones más visibles del calentamiento global. Estudios recientes, como el publicado en la revista Nature, sugieren que para el año 2030, el Ártico podría carecer por completo de hielo, lo que tendría consecuencias dramáticas para el clima y los ecosistemas globales. Es cierto que se han dado datos con anterioridad al respecto que han sido poco exactos, pero los signos de un cambio en el equilibrio climático de la Tierra parecen cada vez más claros. Hemos asistido a un aumento de la temperatura de los océanos y mares de la Tierra, y España, en concreto, ha visto un aumento significativo de las temperaturas con récords históricos.
En términos de temperaturas extremas, Brasil experimentó un récord sin precedentes durante una ola de calor asfixiante en Río de Janeiro, donde se registraron máximas de hasta 60 °C, con una sensación térmica de 62 °C, la cifra más alta jamás registrada en la ciudad. Y eso no es normal. Estos niveles están muy por encima de lo que el cuerpo humano puede tolerar, según investigadores de la Universidad de Roehampton en el Reino Unido, causando un desequilibrio en multitud de países, que registran temperaturas similares.
Ante esta situación crítica, Guterres hizo un llamado urgente a los gobiernos de todo el mundo para que respondan con acciones contundentes frente a la emergencia climática que enfrenta el planeta. Se instó a tomar medidas decisivas para frenar la velocidad del cambio climático mediante una transición energética hacia fuentes renovables y la eliminación progresiva de los combustibles fósiles. Veremos si los gobiernos y las autoridades deciden dejar de legislar para comenzar actuar.