Bill Gates, cofundador de Microsoft, es una de las personas más influyentes del mundo. Actualmente, según la controvertida lista Forbes, se trata de la quinta persona más rica del mundo, con un patrimonio estimado en más de 149 mil millones de dólares. Casi nada. Defensor de las nuevas tecnologías, pese a que advierte una y otra vez de los peligros de la IA, el filántropo tiene sus métodos para ser más efectivo en su trabajo y en la lucha contra el cambio climático, abogando por llevar un estilo de vida ciertamente modesto en sus gastos personales. Y es aquí, en una de sus últimas declaraciones, cuando le han vuelto a llover las críticas: ha revelado su compra más extravagante y polémica.
Bill Gates revela uno de sus gastos más controvertidos y polémicos: se trata de una compra a la que muchos se aferran para tildarlo de hipócrita
Para muchos críticos, sobre todo cuando se habla del estilo de vida sostenible, esta compra arroja las contradicciones de su filosofía y proclamas. Hace unas semanas, Gates sorprendió a todos sus fans y detractores, compitiendo de forma clara la compra más extravagante que ha hecho en su vida: un avión privado.
Lo hizo en el más reciente programa de This Morning, indicando que le costó aceptarlo. En un principio, pensaba que poseer un jet privado era un lujo innecesario, un "aspecto decadente", que lo equiparaba a los miembros de la alta sociedad que tanto ha criticado. Pero pronto justificó su compra.
Gates,que se encuentra en las antípodas de Elon Musk, suele viajar mucho a África y Asia por compromisos y esfuerzos filantrópicos, colaborando con su propia organización filantrópica y otras empresas para luchar contra el cambio climático. Gates, que tiene un Bombardier BD-700 Global Express, un avión ejecutivo de largo alcance conocido por su lujo y prestaciones de alta gama, suele tirar de su compra para llegar más rápido a los lugares en los que se requiere su presencia. Pero no está exento de polémica.
Muchos le critican el impacto ambiental de los vuelos privados, así como su estilo de vida, similar al de los ultrarricos, sobre el que pesan muchas miradas. Si bien es cierto que Bill Gates ha expresado su preocupación por el cambio climático y ha invertido en tecnologías limpias y energías renovables a través de la Fundación Bill y Melinda Gates, la contradicción entre su activismo ambiental y la propiedad de un avión privado es evidente para otros tantos. El filántropo ha estado trabajando para reducir su huella de carbono en todas las áreas de su vida, y destaca que sus esfuerzos y su inversión en proyectos de energía limpia y otras iniciativas ambientales ha aumentado para compensar esta polémica compra.
