El cajón de los trastos. Todos tenemos uno en casa. Cables que no sabes de dónde son, llaves que podrían abrir la puerta a misterios del universo y por supuesto, algún móvil viejo. Si conservas alguno de ellos, no los tires aún, porque pueden valer una pasta.
Tu Nokia 3310 o un iPhone original valen mucho dinero
Antes de la llegada de los smartphones, con los que muchos han convivido desde el principio de su viaje tecnológico por el mundo, había teléfonos sin tantas prestaciones. Hasta teclas tenían. El caso es que todos estos móviles, anteriores casi todos a 2010, se están vendiendo por grandes cantidades de dinero. Un ejemplo lo tenemos en los primeros iPhone, muy lejos de los teléfonos que ahora pueden hasta con los juegos roguelike más aclamados. En verano del año pasado, por ejemplo, un iPhone de 2007 se vendió según recoge LCG Auctions por la astronómica cantidad de 190.000 dólares (unos 170.000 euros).
Un terminal similar se vendió poco antes por unos 60.000 dólares, pero la diferencia radicaba en que el más caro correspondía a la primera versión, de menor capacidad.
Sí, algo "peor" es más caro, porque sólo se vendió durante unos meses. Pero no todo se queda en la compañía de la manzana.
¿Tuviste un Nokia 3310? Ya sabes, ese teléfono que era completamente indestructible y que posiblemente aparezca en el futuro en los equivalentes de nuestros hallazgos sobre el pasado. Pues ese ladrillo capaz de soportar ser lanzado por un jugador de balonmano sin estropearse (experiencia personal), puede venderse por más de 1.000 euros. Hay varios modelos muy codiciados por coleccionistas, siendo por supuesto los más caros los primeros iPhone, pero si tenéis teléfonos anteriores a 2010 de marcas como Motorola, Nokia o Alcatel (especialmente si aún están en la caja, que añade mucho valor a cualquier artículo de coleccionista), mejor que echéis un ojo a casas de subastas antes de deshaceros de ellos.