En la oscuridad de la noche, en un puente del sur de China, alrededor de dos docenas de streamers se sientan, cantando y conversando en sus micrófonos. Sus luces de anillo idénticas están dispuestas a pocos metros de distancia, formando filas enromes y brillantes. Esta escena peculiar ha llamado la atención en todo el mundo. ¿Por qué estas streamers, en su mayoría jóvenes, eligen transmitir en vivo desde lugares tan inusuales como debajo de puentes o en plena calle junto a la carrfetera? Los algoritmos de visibilidad y las propinas son las respuestas.
Según Naomi Wu, una conocida streamer y YouTuber, esta práctica se debe en gran parte a cómo funcionan los algoritmos en algunas plataformas de streaming. Estas permiten a los usuarios buscar streamers en función de su ubicación, y para aumentar su visibilidad, algunos optan por transmitir en áreas de alto poder adquisitivo. Aquí es donde entra en juego la estrategia de acampar bajo el puente durante la fría noche, ya que es donde más resguardados están ante las inclemencias del tiempo. Los vecindarios más ricos se traducen en donaciones más generosas, lo que motiva a estos jóvenes a enfrentar las inclemencias del tiempo.
La cibermendicidad
Este fenómeno se ha apodado en Internet como "cibermendicidad", pero no debe subestimarse la habilidad requerida. Aunque los ingresos pueden ser sustanciales, muchas de estas streamers también tienen trabajos diurnos. Se requiere talento y habilidades para el entretenimiento, como cantar o pintar, para atraer a una audiencia y generar donaciones. La determinación y la pasión por lo que hacen son evidentes en estas jóvenes que salen a las calles para transmitir en vivo.
And again for the weird shrieking incels- no it's not all young women. Everyone is looking for their little slice of fame. A bunch of pretty girls working together under a bridge just made for viral content (which is their goal)- loads of guys doing the same elsewhere. pic.twitter.com/aBJlT032x9
— Naomi Wu 机械妖姬 (@RealSexyCyborg) February 14, 2023
Una preocupación lógica es la seguridad de estas jóvenes, en su mayoría menores de edad, que se enfrentan a las calles durante la noche. Sin embargo, Naomi Wu asegura que la presencia de múltiples streamers en el mismo lugar y la vigilancia policial han contribuido a mantener un entorno seguro. La comunidad que se ha formado en torno a esta actividad demuestra cómo estos streamers cuidan mutuamente de su seguridad.
Si bien esta tendencia se ha observado principalmente en China, no es exclusiva de este país. En otros lugares, como Estados Unidos, la gente tiende a apoyar a los streamers locales. Además, el artículo señala la existencia de escuelas que ofrecen formación para convertirse en influencer, lo que refleja cómo esta profesión se ha convertido en una tendencia global. La tecnología y la cultura de las redes sociales están dando lugar a nuevas formas de entretenimiento y generación de ingresos en todo el mundo.