El reciente despido de Sam Altman como CEO de OpenAI ha generado un considerable revuelo en el sector tecnológico. Altman, quien asumió el liderazgo después de la partida de Elon Musk en 2018, fue despedido el pasado viernes. Al día siguiente, Microsoft anunció la contratación de Altman para dirigir su nuevo equipo de investigación avanzada en IA. Este cambio en la dirección de OpenAI ha provocado una respuesta significativa entre los empleados, con amenazas de dimisión en masa. Se están amotinando contra la directiva actual.
Golpes de estado y crisis internas
Más de 500 empleados de OpenAI, de un total de 750, han firmado una carta abierta exigiendo cambios significativos en la gestión de la empresa. Estas demandas incluyen la dimisión de ciertos miembros de la junta directiva y el retorno de Altman al cargo de CEO. La situación se ha agravado con la admisión de Ilya Sutskever, miembro de la junta directiva y figura clave en la destitución de Altman, de que su participación en la decisión fue un error.
Altman quería hacer a la IA crecer sin control
Según informes de Bloomberg, la junta directiva de OpenAI decidió despedir a Altman debido a desacuerdos sobre la dirección estratégica de la empresa, especialmente en lo que respecta a la división con fines de lucro. Altman buscaba impulsar el progreso de la IA más rápidamente de lo que la junta consideraba prudente, lo que llevó a un choque con los valores de seguridad y ética de la empresa.
Un mal futuro sin necesidad de Skynet (o mejor dicho, de Sarah Connor)
Con la partida de cofundadores como Elon Musk y ahora Sam Altman, y la reciente renuncia de Greg Brockman, OpenAI se encuentra en un punto crítico. La contratación de Emmett Shear, cofundador y ex director ejecutivo de Twitch, como nuevo CEO de OpenAI, marca un nuevo capítulo para la empresa. Sin embargo, las recientes tensiones internas y las amenazas de dimisión de un gran número de empleados ponen en duda la estabilidad y dirección futura de OpenAI, una empresa que hasta hace poco era considerada como líder indiscutible en el campo de la IA.
Microsoft va ganando la partida
La incorporación de Altman a Microsoft, junto con la potencial llegada de otros talentos clave de OpenAI, podría significar un cambio significativo en el panorama de la IA. La empresa se posiciona estratégicamente para fortalecer su liderazgo en este campo, donde apostó con su propia herramienta integrada en Bing, mientras que OpenAI enfrenta un futuro incierto.
La posibilidad de que Microsoft absorba parte del talento y empleados de OpenAI, sin una adquisición formal, representa una jugada astuta, que podría reconfigurar el equilibrio de poder en el sector. El éxito de Microsoft en esta maniobra, junto con su inversión previa en OpenAI, indica una estrategia bien ejecutada para asegurar una posición dominante en el desarrollo y aplicación de tecnologías de IA.
Elon Musk a lo suyo
Elon Musk, que le encanta ser la novia en la boda, el niño en el bautizo y el muerto en el entierro, ha planteado teorías conspiranoicas respecto a todo lo que está pasando en OpenAI. Esta vez ha insinuado que puede haber motivaciones ocultas o riesgos no revelados detrás de la destitución de Sam Altman y los eventos subsiguientes en OpenAI. "¿Por qué tomó una medida tan drástica? Si OpenAI está haciendo algo potencialmente peligroso para la humanidad, el mundo necesita saberlo", señalaba en una publicación en X.
I deeply regret my participation in the board's actions. I never intended to harm OpenAI. I love everything we've built together and I will do everything I can to reunite the company.
— Ilya Sutskever (@ilyasut) November 20, 2023
Sus declaraciones sugieren una posible preocupación sobre el desarrollo de la IA y su impacto potencial en la humanidad, lo que resuena con sus previas advertencias sobre los riesgos de la IA no regulada. Aunque estas teorías no están respaldadas por evidencias concretas, pero desde antes del éxito de ChatGPT, Musk se ha dedicado a alertar sobre el uso de las IA. Un punto de vista que puede parecer sesgado, ya que él mismo fundo OpenAI y se bajó del carro antes de que tuviera el éxito o pegara el pelotazo. A estas alturas todos sabemos que Musk es de guardar rencores.