Hugh Jackman ha demostrado a lo largo de su carrera ser un actor con una gran variedad de registros interpretativos. Lejos de ser simplemente Lobezno en las películas de 'X-Men', el australiano se ha puesto en la piel de muchos personajes diversos que lo han situado en distintos terrenos y géneros, pero seguramente su actuación más humana y llena de claroscuros hasta la fecha la encontramos en la que es, con casi toda seguridad, la mejor obra de suspense de la última década, la impresionante 'Prisioneros', cinta dirigida por Denis Villeneuve que se ha incluido recientemente en el catálogo para suscriptores de HBO Max y que no debes perderte si no la conoces.
'Prisioneros' es un angustiante thriller con formidables actuaciones
La sinopsis de 'Prisioneros' que nos ofrece la ficha de HBO Max es la siguiente: "¿Qué harías por proteger a tu familia? Cuando una niña de seis años desaparece junto a su amiga y los minutos se convierten en horas, la tensión crece. La única pista es una caravana destartalada aparcada en la calle.".
Para cualquiera que no sepa de la existencia de 'Prisioneros' a día de hoy, debería bastar el comentario que hemos hecho más arriba acerca de su incuestionable calidad para que uno acuda rápidamente a verla. No solo es una película excelente para cualquier amante del género del suspense, además de un largometraje estupendo dentro de la sobresaliente carrera del canadiense Denis Villeneuve, sino que además se trata de una película con un sólido guion que sus actores interpretan de una forma que pone la piel de gallina.
Naturalmente, como ya venimos explicando desde el inicio, 'Prisioneros' es ante todo una muestra del talento de Hugh Jackman delante de las cámaras. Es sorprendente saber que el actor, así como el resto del reparto, no recibió ninguna nominación importante por este papel, una actuación conmovedora y brutalmente física de un padre desesperado tras la desaparición repentina de su hija. Además (y por si esto no fuera poco), todo el elenco de esta película está impecable en sus roles.
Hay que destacar, en especial, el trabajo de Jake Gyllenhaal como un detective obsesionado y meticuloso en su labor que carga con lo que parece un turbio pasado a sus espaldas. Su interpretación está también llena de detalles magníficos, como un repetitivo tic en sus parpadeos que por supuesto fue incluido de manera premeditada por el californiano. Pero tampoco podemos olvidarnos de Paul Dano, un joven extraño y aparentemente autista sobre el que recaen las principales sospechas de la investigación y las hostiles confrontaciones de Keller Dover, el personaje de Jackman.
Alrededor de este trío de protagonistas va dando vueltas mayormente el peso dramático de la película, pero como en todo buen thriller tenemos un abanico de personajes secundarios que van salpicando el metraje con nuevos detalles y nuevas sospechas. La trama se sigue con enorme interés, en parte por el realismo de su planteamiento y en parte por la soberbia puesta en escena que nos ofrece el realizar canadiense. Villeneuve interrumpía en Hollywood con esta película (y con 'Enemy', del mismo año) exhibiendo una agudeza genuina a la hora de saber dónde colocar la cámara en cada escena y cómo jugar con el ritmo para mantener la tensión y aumentar la agonía poco a poco a medida que sus personajes van cayendo cada vez más en un abismo sin fondo.
Por supuesto, gran parte del mérito de la atmósfera lograda en el filme es culpa del trabajo de Roger Deakins como director de fotografía. El veterano Deakins, que ha seguido colaborando con Villeneuve en sus siguientes proyectos (como en la vibrante 'Sicario'), machaca a la audiencia en 'Prisioneros' con muchas sombras, lluvias pesadas y ambientes fríos que van desasosegando la moral del más estoico espectador durante sus holgados 150 minutos de duración.
'Prisioneros' es, a todas luces, uno de los mejores thrillers del siglo XXI. Un claro heredero de obras mayúsculas que han pasado a la historia como 'Seven', de Fincher, o 'Mystic River', de Eastwood. Un largometraje que cuenta con un nervio narrativo y un mimo por lo visual fascinante a la par que personal, algo que no deja de repetirse en el cine de Villeneuve. Una obra imprescindible si te gusta esta clase de películas que de seguro nos ha dejado para el recuerdo al menos dos o tres de las más memorables escenas en la carrera de Hugh Jackman en la gran pantalla.
