Por extraño que parezca, es normal que nuestro peso varíe en función del punto del planeta en el que nos encontraremos. A lo largo de un día entero nuestro peso puede variar hasta 1kg dependiendo de dónde estemos, y eso es debido a la fuerza de gravedad de nuestro planeta. Tal y como recogen desde Nathional Geographic, la gravedad no tiene un comportamiento uniforme. Es decir, que la fuerza de la misma puede variar debido a múltiples factores. El núcleo de la Tierra es notablemente metálico y por tanto más denso que el resto de capas del planeta (atmósfera, hidrosfera, corteza terrestre, manto, núcleo externo y núcleo interno) lo que significa que cuanto más cerca estemos del mismo el material más denso va realizar más fuerza de gravedad. El lugar del planeta donde la gravedad es más intensa es la frontera entre el manto rocoso y el núcleo metálico, a unos 3000 kilómetros de profundidad.
La fuerza de la gravedad es más compleja de entender de lo que parece
Habiendo aclarado que la Tierra no es uniforme y que el núcleo metálico es mucho más denso que el manto y la corteza, se detalla con un ejemplo práctico cómo funcionaría esa variación en caso de que tuviéramos como objetivo acercarnos al núcleo. Si empezamos a cavar un hoyo, lo que nos lleva a profundizar más hacia el interior de la Tierra, el material más denso generaría mucha más fuerza de gravedad que el de menor densidad.
La fuerza de la gravedad aumentaría paulatinamente debido a que el material que hay por encima de nosotros no sería lo denso que tendría que ser para contrarrestar la atracción generada por ese núcleo. No obstante, llegados a un punto daríamos con el punto de gravedad cero. Esa zona no tiene por qué estar justo en el centro, sino a su alrededor, según señalan desde el medio mencionado:
"Aunque es cierto que ese núcleo no es del todo uniforme y se estima que el punto de gravedad cero no tendría por qué encontrarse justo en el centro, sí existiría en algún punto muy cercano esa anulación de fuerzas que te dejaría experimentar la sensación de ingravidez". De modo que si en un lugar de la Tierra pesas 70kg, en otro puedes llegar a pesar 69kg aproximadamente. No es que hayas perdido peso ni nada por el estilo, sino por culpa de la gravedad.