Brendan Fraser es una figura única dentro de Hollywood. El actor, que actuó en La ballena de Darren Aronosfky, logró su Óscar por el papel de su vida, emocionando a propios y extraños con un bonito discurso. Tras explicar cómo fue el proceso de transformarse en un profesor de más de 300 kilos de peso, el intérprete, justo antes de unirse a la huelga de actores, recogió un premio en el Festival de Ischia y explicó cómo le ha cambiado la vida tras la estatuilla y de qué forma lidió con los peores momentos de toda su existencia.
Brendan Fraser admite que es feliz, que lo pasó muy mal pero que el Óscar no le ha cambiado como persona
"Me considero la persona más afortunada que conozco y todavía no me creo que ganase. No me lo esperaba, de verdad, aún tengo que pellizcarme... Sobre todo siento una responsabilidad porque quiero ser digno del premio", comentaba en el IlMessaggero. Eso sí, el Óscar no le ha cambiado como persona, en absoluto, y admite que está en una nube que le permite escoger mejores proyectos y ser más selectivo. De hecho, el intérprete ha comentado que uno de los auténticos lujos es poder haber trabajado junto a Martin Scorsese en la esperada Los asesinos de la luna, el filme en el que compartimos pantalla con Leonardo DiCaprio y que llegará a los cines en octubre.
"El director me llamó antes de los Óscar, y que me dirigiera él, interpretando a un abogado que defiende al "monstruo" DeNiro, fue fantástico. Sentí que estaba viendo a un artista del Renacimiento en acción", admite. Fraser, que está siendo muy activo en la huelga de actores, tiene ciertos miedos y reservas con la inteligencia artificial, pero la verdad es que es mucho más positivo que otros compañeros de profesión que temen la irrupción de este tipo de tecnologías en Hollywood y la manera de hacer películas. "Incluso los móviles hace 30 años eran considerados malvados. Pero sin la tecnología 3D no podría haber protagonizado 'La ballena'... hay que poner límites, pero soy optimista y creo que se encontrará un punto medio", admite el intérprete que recuerda que ha pasado por muy malos momentos en su vida, pero que no se autocompadece.
"Pasé por algunas dificultades, como le pasa a todo el mundo, pero siendo una figura pública corría el riesgo de que me sobrepasara. No sucedió, afortunadamente, porque decidí pedir ayuda. Fui valiente", comenta el actor de La momia mientras es preguntado por algún éxito del que esté orgulloso en su carrera cinematográfica. "¿Un éxito? Todos dirían 'La ballena', y no puedo negarlo, pero también haber seguido haciendo cine y sobrevivir al Covid. ¿Un sueño? ver a mi hijo Griffin Arthur, de 20 años, autista, cada vez más independiente y rodeado de gente que lo quiere", concluía. Fraser es único.
