Son tiempo complicados con tantos avances tecnológicos. La inteligencia artificial se está colando en múltiples campos a una velocidad asombrosa y de forma bastante abrupta. No son pocos los sectores que se están intentando adaptar a las IA para evolucionar positivamente, pero también hay quienes usan este tipo de progresos para ejercer el mal. Según informan desde Washington Post, una serie de estafadores están utilizando una IA para imitar la voz de familiares de sus víctimas para así pedirles dinero y robarles todo lo que tienen. La inteligencia artificial en cuestión es una síntesis de voz de ElevenLabs que puede adquirirse por alrededor de 330 dólares. Desde el medio mencionado se recoge un caso muy particular que sirve como ejemplo perfecto de cómo funciona esta estafa.
Las IA empiezan a usarse para estafas que afectan sobre todo a los más mayores de la familia
Los padres del abogado Benjamin Perkin recibieron dos llamadas a lo largo de una mañana. En la primera, su supuesto hijo (que eran los ladrones utilizando la IA en cuestión copiando la voz de Perkin) les decía que les quería mucho y que les echaba de menos. Todo halagos y palabras positivas para ganarse su confianza. En la segunda llamada, pedía un total de 15.000 dólares en Bitcoin antes de que se celebrase un juicio en el que tenía que asistir. Los padres le transfirieron ese dinero para echar una mano a su pequeño, y cayeron en la estafa. A pesar de que se ha denunciado el robo, no se ha podido recuperar el dinero. Esta IA en particular puede copiar perfectamente el timbre y tono de voz de cada persona, por lo que se hace extremadamente difícil poder identificar si se trata de una persona real o de una máquina.
Debido a que ya se han reportado diversas denuncias con respecto a este tipo de robos, se ha indicado que se verifique siempre la identidad de la persona que está pidiendo el dinero y se confirme de la forma más precisa posible. Los padres de Perkin, siguiendo con el ejemplo anterior, se dieron cuenta de que habían sido estafados después de llamar a su hijo, horas después de la transferencia, para ver si había recibido el dinero. El joven, claro, no entendía nada y preguntó de qué dinero estaban hablando. Mucho cuidado con las estafas telefónicas. Hay que intentar verificar que la persona que tenemos al otro lado es nuestro familiar real. El grupo más afectado por este tipo de robos es el compuesto por la tercera edad, dado que en su mayoría tienen menos control en los dispositivos móviles.
