Rian Johnson generó cierta polémica en 2017 con el estreno de Star Wars: Los últimos Jedi, un largometraje que rompía con lo presentado por J.J. Abrams en El despertar de la fuerza y se posicionaba como una de las películas más independientes de Star Wars en lo que atañe a estilo. Dos años más tarde, el cineasta que creó esa obra sorprendió al mundo con Puñales por la espalda, un thriller al estilo whodunit de Agatha Christie con Daniel Craig y Ana de Armas como cabezas de reparto.
Netflix fue rápida al hacerse con los derechos del largometraje para poder hacer más largometrajes de la historia. En una era en la que se estira del chicle lo máximo posible en el audiovisual, esto le viene como un guante a la plataforma de streaming roja, que en estos momentos está atravesando una dura crisis de la que le costará resurgir (si es que lo hace). A través de ComicBook, ahora llegan algunos detalles de esa compra que realizó Netflix, pasándole por delante a Jon Feltheimer, CEO de Lionsgate.
Todo para Netflix
Parece ser que Netflix lo tuvo claro desde el principio con Lionsgate para hacerse con Puñales por la espalda y brindar una nueva secuela con Craig retomando su papel de detective. Según se recoge desde Deadline, Feltheimer explicó en el SeriesFest en Denver que Netflix pagó la oferta doble para hacerse con la secuela oficial y traer una tercera parte, desvinculándose del resto de compañías. Netflix se negó en rotundo a colaborar para dar empaque a la trilogía, encargándose de todo y por ende gastándose un dineral. "'Vamos a ganar mucho dinero; lo distribuimos, cobramos una tarifa de distribución y la devolvemos. Es una idea interesante y orgánica para ellos. Lo pensaron y dijeron, 'No'...", explica Feltheimer.
Netflix siempre se ha caracterizado por derrochar bastante dinero, y parece que la cosa continúa (y continuará) a pesar de que los tiempos no son los más indicados para la compañía.
