Will Smith, ha sido el protagonista de la actualidad en las últimas semanas, pero la estrella de El príncipe de Bel-Air tuvo una época en la que era el imán de las taquillas. Con Dos policías rebeldes e Independence Day se ganó el favor del público y los estudios, pero sus inicios en Hollywood fueron duros. Roland Emmerich, hace unos meses, reveló que Fox no quería a actores negros en sus blockbusters. Ahora es Michael Bay, a través de una entrevista con Entertainment Weekly, el que confirma que Sony no quería a dos actores negros como Smith y Martin Lawrence liderando una cinta como Bad Boys.
Sony no quería a dos actores negros liderando una película y Michael Bay luchó contra Hollywood
Dos policías rebeldes fue el gran debut en el cine de Michael Bay, y tuvo tanto éxito, que en 2003, rodó Dos policías rebeldes 2. Hace unos meses, en 2020, se estrenó Bad Boys for Life, la última entrega de la saga -ya sin Bay-, pero que fue uno de los grandes triunfos del año de la pandemia de coronavirus.
La cuarta entrega estaba rumiándose, pero el bofetón de Will Smith a Chris Rock en los Oscar lo paralizó todo y el proyecto está paralizado. Bay, que tiene claro que volvería a trabajar con Smith, recuerda cómo fueron los inicios del actor y de la saga allá por los años noventa.
"Sony no creía en la película porque dos actores negros no podían vender en el extranjero. No tenían fe en ella", comenta el cineasta de Transformers, que acaba de estrenar en cines Ambulance sin demasiada suerte. Michael Bay explica que, en aquellos años, los estudios no querían actores negros por distintas dificultades comerciales en territorios extranjeros. "Dos policías rebeldes cambió literalmente el juego de los actores negros. Fue la primera película que realmente triunfó en el extranjero", continúa Bay, que afirma que el estudio se lo puso difícil con multitud de temas, incluyendo el presupuesto.
Sony presionaba para que hubiera mucha acción en la cinta, pero el dinero no llegaba, y el realizador tuvo que ingeniárselas para que todo quedara bien en pantalla. "Estaba viendo Mentiras arriesgadas de James Cameron y pensé ‘Dios mío, qué cantidad de dinero tiene este tipo’. Yo solo tenía 9 millones. Y me habían cortado el grifo, literalmente", prosigue Bay. "De verdad, así de groseros fueron con esta película. Por suerte tenía 500 días de experiencia en platós haciendo vídeos, anuncios, trabajando con algunos de los atletas más famosos del mundo, y ahí es donde realmente sabes cómo lidiar con cabrones", concluye con su habitual forma de expresarse. Hace unos meses, dejó claro que había hecho la explosión más grande del cine y cree que ostenta el récord de haber destruido más coches que ningún otro cineasta.
