El Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) ha publicado su esperado informe New Species Discoveries, un compendio en el que se analizan los últimos descubrimientos de seres vivos en nuestro planeta, haciendo especial énfasis en plantas y animales vertebrados en la región del Gran Mekong. Como nos explican desde la propia WWF, se trata de un informe anual que se publica cada año, pero que durante el pasado 2020 se suspendió debido a la pandemia. Pese a los grandes hallazgos, más comunes de lo que creemos, la WWF alerta que las injerencias humanas están amenazando a cientos de miles de especies que aún no se han llegado a catalogar.
Un gran número de especies en la región del Gran Mekong
El grupo ecologista anuncia que ha identificado un gran número de nuevas especies en la región del Gran Mekong, que incluye países como Birmania, Tailandia, Laos, Camboya y Vietnam. En los últimos meses, se han descubierto un total de 35 nuevos reptiles, 17 anfibios, 16 peces, 155 plantas y un mamífero.
"Con más de 3000 especies nuevas en los últimos 24 años, la región del Gran Mekong es sin duda un competidor mundial de peso pesado para el descubrimiento de especies", ha explicado K. Yoganand, el responsable de la biodiversidad WWF-Gran Mekong y uno de los firmantes del informe. Entre las novedades más destacas están la de un mono con ojeras blancas y un tritón que se avistó hace 20 años, y que ha vuelto a ser localizado.
Del mono con orejas blancas se dice que vive en la planicie central de Birmania, un lugar muy remoto, y estarían repartidos en distintas localizaciones muy concretas. Como apuntan los ecologistas, apenas quedarían unos 200 o 250 ejemplares repartidos. Este particular mono habría sido bautizado como Popa langur, en referencia a un volcán extinto de la región. Igual de curioso es el hallazgo del Tylototriton phukhaensis, un tritón nudoso de color marrón anaranjado de Tailandia que se observó hace unos 20 años en una fotografía de una revista de viajes y que no se había vuelto a ver en las últimas dos décadas.
Entre las grandes adiciones está el Leptobrachium lunatum, una rana cabezona de Vietnam y Camboya que se encuentra amenazada por el ser humano, que ha deforestado la zona en la que habita y la habría cazado hasta casi la desaparición para convertirla en alimento y remedio medicinal. Comparte podium con el Cnemaspis selenolagus, un gecko de roca de Tailandia de color amarillo. "Muchas especies se extinguen incluso antes de que se descubran, impulsadas por la destrucción del hábitat, las enfermedades propagadas por las actividades humanas, la depredación y la competencia provocadas por las especies invasoras y los impactos devastadores del comercio ilegal e insostenible de vida silvestre", han destacado desde la WWF en el informe.
Más allá de los animales, se destaca la novedad de un tipo de bambú descubierto en Laos, Laobambos calcareus, que se trata del primer bambú que es capaz de inflar su tallo y desinflarse en los períodos más secos y húmedos de cara a conservar el agua. "La crisis de la COVID-19 ha dejado muy claro que el ser humano no puede intervenir impunemente en la naturaleza, sus redes, cadenas alimentarias y biodiversidad", ha comentado el Dr. Thomas Ziegler, Conservador de Herpetología, Ictiología e Invertebrados del Jardín Zoológico de Colonia, que aboga por la concienciación y la conservación del entorno.
