Salma Hayek fue una de las primeras voces que se alzaron contra Harvey Weinstein, compartiendo con el mundo su experiencia de acoso a manos del productor durante el rodaje de Frida en 2002. En ese tiempo, el productor presuntamente le pidió que se duchara con él y mantuviera relaciones sexuales, chantajeando a Hayek para incluir una escena de desnudo gratuita en la narración de la película.
Del mismo modo, Lupita Nyong'o (Black Panther) también escribió su propia columna relatando su experiencia de acoso sexual con Weinstein, revelando cómo la engatusaron para que acudiera a darle un masaje privado a su casa.
Decenas de mujeres acusaron a Weinstein de diferentes formas, pero Weinstein sólo emitió declaraciones de negación sobre las afirmaciones de Hayek y Nyong'o. En una entrevista con Variety, Hayek afirma que eso se debe a que son "de color".
"Somos las más fáciles de desacreditar", explicaba. "Es un hecho bien conocido.
Así que su movimiento fue atacar a las dos mujeres de color, con la esperanza de que así podría desacreditarnos... Pero ahora es el momento de actuar".