A Sharon Stone le gustaría borrar esa escena de la faz de la Tierra, tal y como describe en su libro The Beauty of Living Twice, pero no puede. Ahora, además, tendrá que aguantar que StudioCanal saque a la venta una restauración de Instinto Básico en 4K, supervisada por el propio director Paul Verhoeven, y que incluye "metraje extra" con escenas de Stone y Michael Douglas. Este nuevo montaje de la película llega para conmemorar el 30 aniversario del filme, y se pondrá a la venta en España y en todo el mundo.
Sharon Stone: Lejos de estar contenta con el relanzamiento de Instinto Básico
"Han decidido lanzar el montaje triple X del director para el 30 aniversario", dijo Sharon Stone a la presentadora de A Current Affair, Tracy Grimshaw. Durante la entrevista, según recoge IndieWire, se le preguntó a Stone si podía hacer algo para evitar que la película se relanzara con estas características: "Hay nuevas normas en el Sindicato de Actores al respecto que podrían impedirlo, pero se establecieron después de que yo, cuando era joven, hiciera esta película... por lo que no se me pueden aplicar".
En sus memorias, The Beauty of Living Twice, Stone no duda a la hora de escribir sobre su traumática experiencia a la hora de rodar la famosa escena de Instinto Básico: donde su personaje, Catherine Tramell, está siendo interrogada y descruza las piernas delante de un grupo de hombres... lo que conlleva a una breve escena de desnudez frontal completa. La actriz señala que la engañaron a la hora de rodar esa escena, y que no sabía que sus genitales iban a quedar expuestos hasta que se proyectó el filme delante de un grupo de agentes y abogados.
"Así es cómo vi mi vagina grabada por primera vez, mucho después de que me dijeran: 'No se ve nada, solo necesitamos que te quites las bragas porque el blanco refleja la luz’", explica Stone. "Ahora, aquí está el problema. Ya no importaba. Éramos yo y mis partes ahí arriba. Tenía decisiones que tomar".
La actriz confiesa que se enfrentó a Verhoeven después de la proyección, escribiendo lo siguiente: "Fui directa a la cabina de proyección, le di una bofetada a Paul en la cara, me fui, me monté en mi coche y llamé a mi abogado, Marty Singer", señala. "Marty me dijo que no podían lanzar esta película como estaba. Que podría obtener una orden judicial. En ese momento, la película habría recibido una calificación X. Pero recordemos que eso fue en 1992, no ahora, cuando vemos penes erectos en Netflix".
