La Tenerife Lan Party ha celebrado su edición 2017 ofreciendo casi una semana completa de ocio a sus más de 2.000 asistentes. A lo largo de estos días se han vivido todo tipo de situaciones que solo puedes comprender si has asistido a una ‘party’ de las que existen por España. TLP tiene su propia cultura y personalidad, así que queremos acercaros el sentimiento de esta ‘Lan Party’ repasando diez aspectos que nos han llamado la atención. Así se vive desde dentro.
Los clanes son una familia
En esto de las ‘parties’, el único estrato social que existe es el de los clanes. Los participantes se organizan por equipos que hacen las veces de familias y que no tienen por qué estar enfocados a competir. Muchos clanes se pasan todo el año sin verse físicamente y se desvirtualizan durante los días del evento.
Espontáneos: ¿Y esto qué es?
Una de las marcas de la casa de la TLP son los "espontáneos". Se llama así a actividades que se celebran generalmente por la noche, de madrugada, y que poco o nada tienen que ver con lo habitual de una ‘party’. Se hacen en el escenario e incluyen bailes, peticiones de matrimonio, versiones de "Tú sí que vales", etc.
Tus amigos los troles
Nunca, repetimos, nunca, te debes fiar de tus colegas en una ‘lan party’. Pueden trolearte el fondo de pantalla del PC, dejarte sin teclado y ratón o crear en su puesto mientras duermes un altar para buscarte pareja y hasta oficiar la boda si es necesario. Nunca bajes la guardia y evitarás disgustos.
¿Dormir? Donde sea…
Aquí la gente viene a jugar, a pasarlo bien y a estar delante del PC. Ya se dormirá más tarde. Sin embargo, el cuerpo humano tiene que cubrir unas necesidades mínimas y aguantar casi una semana sin pegar ojo no es viable. ¿Solución? Vivir a base de cabezaditas en tu mismo puesto con colchones hinchables, colchonetas de playa, sacos de dormir, esterillas, etc. Llamativo, pero práctico.
Una torre de latas para gobernarlos a todos
Una de las tradiciones en el mundo de las ‘parties’ que tiene presencia en la TLP es la creación de torres de latas de bebidas refrescantes, generalmente energéticas. Algunos asistentes se encargan de recopilar durante toda la semana latas consumidas por los usuarios en cajas para acabar construyendo torres.
El océano de las toallas
El aseo es importante, más en una fecha veraniega que como ésta, y si encima le sumamos el carácter playero de la ubicación del evento, más. Curioso es que la terraza del Recinto Ferial de Tenerife se utilice como tendedero improvisado para que los participantes sequen toallas de sus duchas, piscinas y viajes a la playa.
Hay que refrescarse…
Cuando el calor aprieta, el ‘telepero’ tiene que refrescarse. Soluciones, además de bebidas frías, hay varias: desde tener a mano un difusor de agua (no apuntar contra el PC) hasta instalar ventiladores USB o reales. Da igual el tamaño: el objetivo es posicionarlo con soltura para sentir el aire pegado a la cara y seguir jugando.
La decoración lo es todo
En este universo de hileras de ordenadores de sobremesa conectados, cualquier tipo de elemento decorativo es necesario para resaltar. Nos encontramos con estandartes de clanes, muñecos y peluches dentro y fuera de las torres, extraños artilugios decorativos y hasta lámparas de mesillas de noche. Cualquier cosa vale.
Competir de buen rollo
A una ‘party’ se puede venir a competir al más alto nivel o a compartir partidas con los colegas sin más pretensiones que echarnos unas risas. El juego de moda, Playerunknown’s Battlegrounds de Bluehole, ha sido uno de los más consumidos junto a League of Legends y Overwatch.
Padres e hijos
La cultura de las ‘parties’ lleva vigente en España desde los noventa. Esto quiere decir que algunos asistentes que comenzaron a poblar estos eventos hace dos décadas ya han tenido descendencia. ¿Siguen acudiendo a las ‘parties’. Sí, y en algunos casos hasta con sus hijos, que cuentan con eventos específicos para ellos.