David Cage, uno de los máximos responsables de Quantic Dream, responsables de Heavy Rain, cree que el la industria americana no comprende sus videojuegos, y ha criticado tanto a los editores como a responsables de mercadotecnia estadounidenses.
Cage considera que los departamentos americanos de publicidad "tienen esa idea de que su mercado está lleno de paletos amantes de las pistolas. Están completamente equivocados."
Para ilustrar esto, Cage rememora que tuvo en el pasado "grandes discusiones" con Atari por la falta de promoción para el que fue su segundo videojuego, Fahrenheit. Además, recuerda enfadado cómo forzaron el cambio de nombre a Indigo Prophecy en EE.UU., título que define como "jodidamente estúpido."
No fue la primera vez, ya que su juego anterior, The Nomad Soul también vio alterado su nombre en EE.UU., en esta ocasión por Eidos. "EE.UU. siempre tiene problemas con mis juegos, para ser honestos", dice Cage quien recuerda que "nos pidieron cambiarle el nombre para que fuera Omikron: The Nomad Soul, pero ni con esas confiaban en que fuera a vender en EE.UU., así que no recibió ningún apoyo."
De la misma manera, Cage recuerda que, al final, las puntuaciones medias de esos juegos fueron superiores entre los medios estadounidenses que los europeos "pero cuando allí se dieron cuenta, era demasiado tarde."
En líneas generales, Cage considera que los departamentos son demasiado conservadores en EE.UU. y que trabajan con "conceptos muy simples como 'el héroe tiene diez armas y va por 20 niveles, uno de nieve, uno de jungla y otro de arena'".