3D Realms ha afirmado que van a seguir trabajando, pese a su situación económica, y han confirmado que han disuelto el grupo de trabajadores que estaba implicado en el desarrollo de Duke Nukem Forever, por lo que el desarrollo de este título se detuvo oficialmente el pasado 6 de mayo.
George Broussard, director ejectuvio de 3D Realms, ha afirmado en un comunicado mandado a los medios que la compañía no va a cerrar, pese a lo dicho por representantes de la misma en el pasado reciente. "3D Realms no ha cerrado y no va a cerrar", se afirma.
Además, como ya os contábamos ayer, se insiste en afirmar que Take-Two no ha pagado a 3D Realms los 12 millones de dólares que la primera alega en concepto de derechos de publicación como parte de su demanda presentada contra la desarrolladora. 3D Realms defiende que esa cantidad de dinero fue pagada a la antigua editora GT Interactive, que fue absorbida por Infogrames en 1999, aunque admiten que sí se les pagó 2,5 millones de dólares por un título no anunciado por parte de Take-Two, y que el único dinero que recibieron con respecto a Duke Nukem Forever fueron 400.000 dólares de GT Interactive como adelanto.
Del mismo modo, han explicado que el proceso de desarrollo de Duke Nukem Forever ha costado, hasta el momento, 20 millones de dólares, que han puesto ellos, hasta que a finales de 2008 entendieron que necesitaban ayuda externa para poder seguir y que por eso "empezaron las negociaciones con Take-Two para proporcionar los fondos para completar el juego. Desde entonces, 3D Realms ha ido alcanzando hitos de desarrollo acordados mutuamente, pese a no tener un nuevo acuerdo finalizado. Take-Two sabía bien que 3D Realms necesitaba los fondos para seguir con el desarrollo del juego." Sin embargo, según alegan, "después de meses de negociaciones, Take-Two cambió materialmente los parámetros de la financiación propuesta. 3D Realms informó a Take-Two que no podría afrontar financieramente los cambios que Take-Two sugería y que se vería forzada a liberar al equipo si no se alcanzaba un acuerdo."
Según señalan, los movimientos de Take-Two respondían a un intento para forzar la situación actual y adquirir, a precio de saldo, los derechos de Duke Nukem Forever.
