Uno de los juegos de PlayStation 2 que más expectación ha levantado en el E3, y de hecho uno de los últimos grandes lanzamientos que tendrá la consola de Sony, es Dirge of Cerberus: Final Fantasy VII, el juego de acción protagonizado por Vincent, uno de los personajes más carismáticos del juego de rol de PS One.
Se trata de un juego de acción con cierto toque de juego de rol, no solo en la evolución del personaje sino también en la forma de mostrar las barras de energía -con números- y el daño que hacemos a los enemigos -también con números-.
La ambientación de los niveles era muy buena, sintiéndonos que estábamos de nuevo en el mundo del juego de rol, y no solo se trata de un juego de acción sino que también cuenta con cierto elemento de plataformas, y submisiones -por ejemplo, teníamos que salvar a unas personas de ser ejecutadas-.
Lo único que no nos ha acabado de convencer es el sistema de apuntado, demasiado lento y exigente; es el mismo que el de un juego de acción en primera persona para consola, pero sin ningún tipo de ayuda al apuntado y sin mucha optimización en lo que al movimiento del puntero se refiere. Por lo demás el juego tiene buena pinta, y encantará a los fans de Square y su saga de juegos de rol. Sin embargo, Square Enix debería prestar más atención a los detalles que diferencian a un juego de acción mediocre de uno muy bueno, y precisamente uno de los más importantes es que el control no sea frustrante.