Los videojuegos sobre gestión de factorías están teniendo su auge con propuestas tan adictivas como Factorio, que arrasó en ventas. Ahora venimos para hablaros de otro juego de este estilo, que os llamará la atención si en alguna ocasión habéis sentido curiosidad por la alquimia. Se llama Alchemy Factory y está desarrollado por D5 Copperhead.
Alchemy Factory nos sitúa en un entorno de lo más medieval en que debemos automatizar una industria completamente dedicada a la alquimia, desde la concepción de la maquinaria necesaria hasta la comercialización. El juego comprende todo el proceso, con un montón de pasos intermedios, haciendo que su propuesta no solo sea ambiciosa, sino también altamente interesante a nivel jugable.
La adictiva industria de la alquimia
Somos un aprendiz de magia que tiene el sueño de levantar un imperio dedicado a la producción de pociones, joyas y metales. Podremos moler hierba, extraer esencias, destilar elixires y transmutar minerales, así como construir un sistema de tuberías para tratar todo tipo de líquidos mágicos. En fin, todo lo que podrías esperar de la alquimia, en este caso con un toque de lo más fantástico.
Luego por supuesto debes almacenar toda tu producción y prepararla para la comercialización. Y que no se te olvide algo muy importante, y es que puedes configurar tu propia factoría, ajustando cintas transportadoras y colocando las máquinas donde más te convenga. Todo con un sistema de gestión nada complicado, basado en arrastrar y soltar.
Incluso puedes incorporar sistemas para hacer que el transporte de mercancías sea más efectivo, al estilo de catapultas y cañones. También se incorpora una función multijugador para que tus amigos puedan ayudarte a perfeccionar tu fábrica.

Alchemy Factory está disponible actualmente en acceso anticipado en Steam y cuenta con unas reseñas muy positivas por parte de aquellos que ya lo han probado. Comentan que es increíblemente adictivo y que sorprende que aún no se haya producido el lanzamiento final, porque el juego parece acabado de lo pulido que está.
















