Si estás buscando un videojuego relajante que disfrutar mientras tomas un té calentito a resguardo del frío invierno, o una experiencia creativa que compartir con los más pequeños durante las fiestas navideñas, no busques más. Light Up The Town es un juego de decoración bonito, adorable y que rebosa espíritu navideño.
Es uno de esos juegos que se disfrutan sin exigencias, que se adaptan al ritmo de los jugadores y que se preocupan más en permitir que se expresen como quieran a través de sus mecánicas que en ofrecer desafíos y sistemas de progresión.
Los jugadores controlan a Bean, una adorable hurona hija del electricista local, Chuck. Como su padre está fuera de servicio, tendrá que ayudarle a iluminar Bellflower (Colorado) a tiempo para el Festival de Invierno.
Con su cable de luces navideñas, diversos objetos decorativos y otras herramientas, tiene todo lo necesario para alegrar a su comunidad.
15 fases que decorar en primera o tercera persona
Se puede decorar en primera o en tercera persona un total de 15 niveles diseñados a mano por la desarrolladora Meadow Studios (que han cambiado mucho de registro tras su anterior juego, Heartshot, un thriller de espías en realidad virtual). Al entrar por primera vez a esas fases (con sus hogares, coches, mobiliario público, vegetación y población) estarán en penumbra, y los jugadores tendrán que llenarlos de color y de vida a su gusto.
De primeras se dispone del cable de luces, de las tijeras para cortarlo cuando se quiera y de algunos elementos decorativos. Mientras decoran, los jugadores encontrarán monedas repartidas por las fases, que sirven para desbloquear más tipos de luces y nuevos elementos decorativos (que se pueden cambiar de tamaño y posición), algunos de los cuáles permitirán llegar a nuevos lugares, como los tejados de las casas, donde decorar más todavía.
No hay misiones explícitas ni una estructura clara, sino libertad casi absoluta para decorar habitaciones, casas, coches, árboles y mucho más, sin limitaciones prácticamente. Aun así, en los niveles hay habitantes del pueblo que agradecerán la labor de Bean y a los que se puede contentar con regalos. Ese es el único sistema de progresión que hay: los residentes llenan un indicador que determina cuán decorada está la fase.
Como una peli de animación 3D
Las dinámicas de juego son sencillas y el envoltorio es adorable. Este juego independiente por momentos parece una película de animación 3D navideña. A ello contribuye su cálido (a pesar de la nieve) estilo gráfico, la expresividad de los personajes principales y de los secundarios, y que todos ellos estén doblados. Eso sí, al inglés. Para algunos puede resultar un impedimento, pero si se juega con niños pequeños (pasando el mando o el ratón, pues es para un solo jugador), puede ser ideal para practicar el idioma.
Si os atrae la propuesta pero no estáis del todo convencidos, en Steam hay una demo que representa bien la propuesta, que tiene un precio de 14,79 €. Por cierto, aunque en la ficha del juego no se aclara si es compatible con Steam Deck, algunos usuarios han escrito reseñas de Light Up The Town jugándolo en ese dispositivo sin problemas.
