El estudio Rovio Entertainment, creador de la exitosa saga Angry Birds, ha anunciado una reestructuración interna que implica el despido de 36 empleados, incluidos algunos miembros sénior del equipo responsable de Angry Birds Dream Blast. La decisión llega tras reconocer que el juego "no ha rendido como se esperaba" en términos financieros.
Angry Birds Dream Blast, lanzado en todo el mundo en 2019 para móviles como un spin-off de puzles, al estilo Candy Crush Saga, no consiguió replicar el éxito de los títulos principales de la franquicia, pese a mantener una base de usuarios constante.
Van a apostar más fuerte por la creación de juegos
Según declaraciones recogidas por MobileGamer, un portavoz de Rovio explicó que la medida forma parte de un proceso de renovación organizativa destinado a mejorar la calidad de sus proyectos y acelerar la creación de nuevos juegos. "Ningún juego ha sido cancelado, pero Angry Birds Dream Blast no ha tenido el rendimiento esperado. Estamos reorganizando nuestros estudios para responder mejor al mercado y adoptar un enfoque más centrado en los juegos, que nos permita iterar más rápido sobre nuevas ideas", señaló el representante de la compañía.
Como parte de estos cambios, Rovio está redefiniendo su estructura de estudios: el Puzzle Studio de Finlandia reducirá el número de proyectos en desarrollo, mientras que la oficina de Barcelona asumirá una carga mayor de producción. Además, la empresa ha introducido ajustes en su equipo directivo para reflejar su condición de filial no cotizada y estrechar la colaboración con SEGA su matriz desde agosto de 2023.
SEGA adquirió Rovio con la intención de potenciar su catálogo de juegos móviles como servicio, aprovechando la experiencia del estudio finlandés en juegos como servicio y monetización a largo plazo. La compañía japonesa también expresó su interés en ayudar a Rovio a expandirse más allá del mercado móvil, explorando nuevas plataformas y modelos de negocio.















