Durante los últimos años estamos asistiendo a un auge de los videojuegos que simulan empleos aparentemente aburridos y poco interesantes desde la perspectiva de lo lúdico, pero que terminan siendo un éxito por cómo divierten, entretienen o relajan; buena muestra de ello es el exitazo de Supermarket Simulator desde principios de 2024. Con un triunfo más moderado, pero un triunfo al fin y al cabo, a principios de este mes llegó a Steam Fast Food Simulator, que podemos definir como un Overcooked! más realista y aún más caótico.
Como su nombre indica, la premisa es ni más ni menos que gestionar un restaurante de comida rápida a lo McDonald's o Burger King. Se juega en primera persona, coordinándonos con hasta otros cinco jugadores y con el apoyo de algunos personajes manejados por la inteligencia artificial. Aunque, toda ayuda será poca: la cola de clientes desesperados no hará más que crecer mientras en la cocina las voces de los jugadores suenan cada vez más altas ante la falta de algún ingrediente, porque se tarda mucho en cocinar la carne o por cualquier otro motivo; hemos buscado y no, aún no hay ningún mod de Chicote.
Porque, al contrario que en el exitoso party game de Ghost Town Games, en este multijugador en línea de No Ceiling Game no solo hay que preparar la comida correctamente y entregársela al cliente más pronto que tarde. Aquí hay que preparar bebidas, gestionar los pedidos desde el ordenador, rellenar las estanterías y muchas otras tareas que pueden salir mal.
Parte del éxito del juego viene precisamente por esos momentos en los que el caos se apodera de la situación: en internet no faltan los vídeos de creadores de contenido internacionales, nacionales y andorranos que han atraído decenas de miles de visualizaciones por los momentos cómicos que sus protagonistas viven en el mostrador de pedidos, en la cocina y en el almacén. Aun así, no hay que achacar su popularidad solo a los youtubers y los streamers: apenas un mes después de estrenar su ficha en Steam fue añadido a la lista de deseados por más de 1000 usuarios, y el prólogo que estuvo disponible en octubre llegó a tener más de 5000 jugadores concurrentes.
Si probasteis aquel prólogo gratuito, el videojuego se ha ampliado considerablemente desde entonces. Además de reorganizar sus modos de dificultad y ampliar el número de jugadores, ha añadido mecánicas como los mencionados empleados con IA, la cafetera, la personalización del avatar, un sistema de valoraciones de los clientes, más ingredientes, el recibo de pedidos, la posibilidad de ajustar la duración del día, la oficina del gerente, el autoservicio y que los clientes usen el baño.
Se ampliará con funciones clave, como que los baños se atasquen
En próximas actualizaciones del acceso anticipado (que durará entre seis meses y un año), este acontecimiento aleatorio, que los clientes usen el baño, tiene la capacidad de poner patas arriba cualquier plan para el correcto funcionamiento del restaurante, ya que habrá que limpiarlo frecuentemente, igual que el resto de zonas del negocio. En los parches futuros incorporarán más personajes de IA (para restablecer productos y cobrar), la mecánica de tener que sacar la basura, que los clientes lleven mascotas y funciones como el control con mando.
En la hoja de ruta los desarrolladores plantean otras funciones y sistemas con los que no se comprometen, pero que estudian añadir si es posible: que la cocina se incendie, que los clientes se puedan envenenar con la comida, que los retretes se atasquen, "clientes inmersivos" con comportamientos más complejos y mover el negocio a otra localización. Por supuesto, también estudian incluir más comida (¡aritos de cebolla!), un sistema de roles y hasta un nuevo modo de juego no concretado, entre otras cosas como la compatibilidad con realidad virtual.
Con todo ello, Fast Food Simulator puede pasar de ser un videojuego cooperativo en línea caótico y gracioso a un título con mucha chicha. Veremos cómo evoluciona a lo largo del acceso anticipado, pero tiene la ambición de convertirse en el simulador perfecto de Pesadilla en la cocina.