El museo OXO nació en Málaga con la misión de "trabajar en la conservación, preservación y restauración del legado histórico de los videojuegos". Con la colaboración de particulares y coleccionistas, se llenó de todo tipo de software y hardware, hasta convertirse en el segundo museo más visitado de la ciudad. Ahora ese mismo espíritu se extiende a Madrid, con un nuevo establecimiento situado en el epicentro de la capital, en Callao, con 1.600 metros cuadrados destinados a divulgar la cultura del videojuego.
En Vandal hemos tenido ocasión de visitar el museo en un pase especial para prensa y comprobar qué se esconde en sus varias plantas. La primera de ellas es la más llamativa, puesto que alberga 70 años de historia de los videojuegos. Se trata de una exposición permanente en que puedes encontrar auténticas reliquias, empezando por un osciloscopio que ejecuta el videojuego Tennis for Two (1958). Y lo mejor es que puedes interactuar con esta y muchas más máquinas disponibles durante el recorrido.
Un museo en Madrid con una parte de la historia del videojuego
Tienes una sección con microordenadores de Spectrum, las consolas clásicas de Atari, puedes echar una partida a la máquina arcade de Space Invaders (1978) o a la de PONG (1972), las dos completamente originales. Todo está ambientado con un toque retro y cada pieza de exposición se acompaña de numerosos letreros con información y carteles promocionales. Lejos de ser el típico museo, se adapta a la necesidad de tocar y experimentar, siendo toda una experiencia jugar a Pac-Man (1980) en su recreativa o descubrir rarezas como la consola Vectrex.
El espacio realmente se queda algo pequeño para la cantidad de cosas que se pueden mostrar. Por ejemplo, la sección dedicada a Nintendo y Sega concentra algunas de sus mayores rarezas en poco espacio, como el Power Glove, el mítico R.O.B. y una Virtual Boy. También puedes jugar a Super Mario Bros en una Famicom japonesa, a Star Fox en una SNES, además de Resident Evil 4 en una Gamecube. En una misma vitrina puedes ver una Master System, una Genesis 3 y una Wondermega. También hay Dreamcast y Xbox. Algunas eran jugables, otras no, aunque siempre en televisores de la época, dependiendo del lanzamiento de cada máquina, lo cual es un detalle digno de mención.
Lo mismo sucede con una sala en que brilla la presencia del clásico DOOM en un PC de principios de los 90, y luego hay otra localización plenamente dedicada a recreativas como Galaga y Out Run, con cuadros en las paredes que representan juegos tan patrios como La Abadía del Crimen. Luego puedes encontrar un montón de detalles por aquí y por allá, con un pequeño hall de la fama dedicado a desarrolladores o una Nintendo DS completamente diseccionada y expuesta en un marco con cristal.
Con motivo del 30º aniversario de PlayStation, el museo ha abierto con una exposición temporal en la segunda planta, que durará hasta el 14 de septiembre de 2025. En ella puedes hacer un recorrido por la historia de la compañía japonesa, con juegos expuestos del estilo de Metal Gear Solid, Tomb Raider, Silent Hill, Crash Bandicoot o Spyro the Dragon para la primera PlayStation. Hay una cabina de estilo futurista para jugar a Gran Turismo, puedes probar PS Vita si quieres, y hay detalles como un mural precioso de Okami o una recreación a escala gigante del primer controlador de la compañía.
El edificio se completa con una zona de merchandising en la planta baja y una zona de eventos en la parte inferior. El horario de visita es de 11:00 a 23:00 horas de lunes a domingo, la duración de visita es de dos horas y el precio es de 21 euros la entrada general (según hemos podido comprobar a través de la web oficial de OXO Madrid). El recorrido merece la pena, está debidamente documentado y aunque sería positivo que creciera con nuevas piezas de exposición -y preferiblemente más espacio- es una auténtica alegría contar con espacios así en Madrid y en España. Mañana mismo, 4 de diciembre, abre sus puertas. ¿Estáis interesados en acudir?