La industria del videojuego español tiene mucho que decir, y buena muestra de ello son los geniales títulos indie que estamos viendo en los últimos años llegar al mercado. Uno de los posiblemente más notorios ejemplos en este sentido es el emotivo y visualmente precioso Endling - Extinction is Forever, que este mismo verano cumplió su segundo aniversario.
Endling es una de las propuestas de supervivencia más curiosas que han pasado por nuestras pantallas recientemente y, a nuestro parecer, nunca está de más recordar esta pequeña y modesta obra, sobre todo si buscas algo diferente, corto y con una ambientación de lo más envolvente.
Supervivencia y ecologismo se dan la mano en el juego protagonizado por la última madre zorro de la Tierra
Desarrollado por el estudio con sede en Barcelona Herobeat Studios y lanzado en julio de 2022 para PlayStation 4, PlayStation 5, Xbox One, Nintendo Switch y PC, Endling es un juego protagonizado por la última madre zorro del planeta Tierra, un planeta que parece avocado precisamente a la inevitable extinción (como el subtítulo del juego ya deja patente), en teoría por las acciones destructivas de los seres humanos.
Ambientado en un contexto claramente post-apocalíptico, los jugadores en Endling tomamos el rol de esta madre zorro que, nada más comenzar la aventura, da a luz a cuatro crías indefensas e inocentes. Sin embargo, pronto, una de estas crías será raptada y deberemos no solo cuidar del resto de la camada, sino también buscar incansablemente noche tras noche al animalillo perdido.
Aquí es donde entra en valor el esquema jugable de Endling, un planteamiento de lo más interesante, puesto que el juego se desarrolla por medio de diversos escenarios 3D diseñados para el desplazamiento lateral que funcionan, en cierta manera, como una suerte de metroidvania. Así pues, nos moveremos siempre por la noche, saliendo de nuestra base para explorar distintos rincones y desbloquear poco a poco nuevos caminos antes inaccesibles.
En cada salida nocturna, por supuesto, tendremos que tener en cuenta el cuidado de nuestros cachorros. Las crías se unirán a nuestros viajes enseguida, y por ello tendremos que vigilar que ningún carroñero pueda hacerles daño, ya que hay amenazas tanto humanas como de otros animales peligrosos en cada zona. Por si esto no fuera poco, también es nuestro deber buscar alimento para las crías, y es que debemos preocuparnos por mantener en buen estado su hambre, de lo contrario podrían fallecer...
La dinámica de juego en Endling es directa y no contiene muchos más elementos más allá, tal vez, de unas pocas habilidades opcionales que cada cría puede aprender para ayudarnos. Casi podríamos decir que posee un sistema de supervivencia minimalista, pero lo cierto es que este puñado de mecánicas son más que suficientes para hacer atractivo su bucle jugable, en el que cada noche -cada salida no dura mucho más que 5 minutos- avanzamos un poquito en nuestras tareas y se nos plantean nuevos interrogantes, además de nuevos rastros de nuestra cría perdida.
Lo mejor de esta aventura, probablemente, son algunos de los eventos narrativos secundarios que ocurren en distintas salidas nocturnas. Eventos relacionados con el contexto del mundo y con su mensaje de fondo ecologista; ya sean situaciones que les ocurren a otros personajes anónimos que habitan los desoladores entornos (al margen de nuestro periplo), o breves interacciones con animales y humanos que se cruzan en nuestro camino.
Evidentemente, el otro punto fuerte del juego es su apartado visual y sonoro. Endling es exquisito en este sentido y ofrece un diseño artístico maravilloso, tremendamente colorido pese a su cruda ambientación, y con una banda sonora a la altura de la sensibilidad y carga dramática que plantea la historia. Por no olvidarnos de unos solventes efectos de sonido y efectos atmosféricos que mejoran enormemente su capacidad inmersiva.
En definitiva, aunque Endling no es un juego redondo, difícil o lleno de opciones (puede pecar para algunos de una limitada experiencia jugable), es una aventura corta de poco más de 3 horas de duración que se disfruta por su original planteamiento y, sin duda, por su atrapante ambientación y emotiva narrativa. Si le das una oportunidad, seguramente te cueste soltar el mando hasta sus créditos.