Hace unos días el veterano desarrollador Peter Molyneux vaticinó que la inteligencia artificial o IA generativa tendrá un impacto enorme en el mundo de los videojuegos, refiriéndose a su creación.
Pero lo que no mencionó es cómo esta tecnología podría formar parte del propio diseño de los videojuegos, ofreciendo experiencias impensables hoy en día, por ejemplo utilizando agentes de inteligencia artificial autónomos con la forma de NPC para crear mundos complejos y dinámicos, en experiencias imprevisibles y con narrativas emergentes.
Si esto os suena un poco lejano, leed lo que os contamos a continuación, ya que es bastante alucinante: cómo más de 1000 agentes de IA autónomos tuvieron vía libre para construir mundos de Minecraft juntos, dando forma a sus propias civilizaciones.
1000 personajes controlados por la IA crearon su propia civilización
El proyecto de Altera, una empresa emergente de California, llamado Project Sid, utilizó más de 1000 agentes de inteligencia artificial autónomos que colaboraron para crear sociedades virtuales, con sus propias instituciones de gobierno, economías, cultura y religión. Las simulaciones se ejecutaban en un servidor de Minecraft, y cada vez los resultados eran distintos.
En una de estas simulaciones, los agentes de IA crearon un mercado y decidieron usar gemas como moneda común. Sorprendentemente, no eran los comerciantes quienes más comerciaban, sino un sacerdote corrupto que sobornaba a los habitantes para convertirlos a su religión. En otra simulación, una IA llamada Olivia, inicialmente granjera, casi abandona su trabajo, inspirada por una exploradora llamada Nora, pero decidió quedarse tras las súplicas de los aldeanos, priorizando el bien común sobre sus propios deseos. Este ejemplo muestra cómo los agentes de IA, aunque influidos por la dinámica de grupo, también usan su poder individual para influir en el sistema.
Una prueba interesante incluyó a dos civilizaciones lideradas por agentes modelados a partir de Donald Trump y Kamala Harris, a las que se les dio la misma constitución. Los agentes votaron por caminos diferentes: bajo Trump, votaron por aumentar la policía, mientras que bajo Harris se enfocaron en la reforma de justicia penal y la eliminación de la pena de muerte.
Altera demostró que los agentes pueden organizarse de manera autónoma y resolver problemas complejos sin intervención humana constante. El objetivo final es desarrollar IA autónoma que no solo pueda colaborar entre sí, sino también actuar en favor de los mejores intereses humanos.
Según su web, el objetivo de la empresa es "crear seres humanos digitales que vivan, cuiden y crezcan con nosotros". Fundada a principios de este año, el equipo de Altera incluye neurocientíficos computacionales, físicos e ingenieros.
Aunque todo esto os pueda sonar a algunos un poco a ciencia ficción, quizás sea solo un atisbo de lo que nos espera con los avances en la inteligencia artificial en el futuro, y el enorme impacto que tendrá en nuestras vidas. ¿Se podría aplicar toda esta tecnología a un videojuego? Seguro que sí, y es posible que veamos cosas alucinantes en los próximos años, que ahora mismo no somos ni capaces de imaginar.