Ofrecido por Meridiem Games
El camino de The Game Kitchen para hacer de Blasphemous una realidad fue largo y estuvo repleto de dificultades y obstáculos. Sin embargo, el estudio sevillano consiguió sacar adelante su proyecto y en 2019 nos sorprendieron a todos con un metroidvania con aroma español y muchos toques de souslike que nos encandiló con su particular propuesta. No solo era llamativo por estar inspirado en nuestra cultura, mitos y tradiciones, a los cuales se les daba un retorcido giro para crear un mundo y una historia única, sino también porque era un juegazo de pleno derecho que podía presumir de un buen diseño de niveles, muchos contenidos (recibió múltiples actualizaciones gratuitas que lo ampliaron incluso más), buenos jefes y combates, una dificultad bien medida, un apartado audiovisual de lujo y diversos finales que incentivaban la exploración.
Ahora, cuatro años después, llega su secuela, Blasphemous 2, una aventura que mejora en todo a su predecesor para deleitarnos con uno de los metroidvania más potentes de los últimos años, una obra que hará las delicias de cualquier aficionado del género, tal y como os contamos recientemente en nuestro análisis.
A diferencia de lo que sucedió con la primera entrega, la cual se lanzó en formato digital antes de estrenarse en físico unos meses después, esta continuación sí que dispondrá desde su primer día de una edición con caja para Switch, PS5 y Xbox Series X/S gracias a Meridiem Games, una de las editoras y distribuidoras más importantes de nuestro país. De hecho, ya podéis reservarla en vuestra tienda de confianza a un precio recomendado de 39,99 euros en el caso de la consola de Nintendo y de 34,99 euros en el resto. Pero ¿cuáles son las principales claves que hacen de él un juego tan recomendable? Pasamos a detallarlas justo a continuación.
Un metroidvania de pura cepa
Aunque sigue teniendo ligeros dejes y alguna que otra mecánica que podría recordar a un soulslike, con esta secuela The Game Kitchen se ha propuesto ofrecernos un metroidvania puro y duro que recoge lo mejor del género y nos ha recordado en no pocas ocasiones a los maravillosos Castlevania de Koji Igarashi, tanto por su estructura y planteamiento como por el excelentísimo diseño de niveles del que hace gala.
De este modo, volveremos a recorrer un mundo de gran tamaño que tiene todas sus zonas interconectadas, pero esta vez la forma de bloquear nuestro progreso va mucho más allá de hacernos buscar llaves, palancas e interruptores, ya que a lo largo de la aventura no dejaremos de aprender nuevas habilidades y adquirir herramientas que mejorarán nuestra movilidad considerablemente. Gracias a esto, no solo podremos llegar a lugares que de primeras nos estaban vedados, sino que también nos será más fácil desplazarnos de un lugar a otro mientras nos plantean nuevos retos y desafíos.
Por supuesto, como buen juego del género que es, tampoco nos van a faltar multitud de secretos por encontrar, misiones secundarias que cumplir y retos opcionales a los que enfrentarnos, algo a lo que hay que sumarle un desarrollo no lineal que invita constantemente a la exploración, haciendo así las delicias de los jugadores más dedicados.
Unos controles refinadísimos
Uno de los puntos más divisivos del juego original fueron sus controles. Sin ser malos, no terminaban de disfrutar de la misma finura y precisión que sí hemos visto en otros títulos del estilo, algo que ha cambiado por completo en Blasphemous 2, cuyos controles se han ajustado de maravilla para hacer que el manejo del Penitente sea tan satisfactorio y divertido como cabría esperar. No solo es un personaje más ágil, sino que las físicas se han mejorado tanto que consiguen hacer que el simple hecho de movernos y saltar ya resulte una experiencia de lo más gratificante, por no hablar de la extrema precisión con la que responde a las órdenes que le damos. O dicho de otro modo: ya no vais a tener excusas para echarle la culpa al mando cuando os caigáis a un foso repleto de pinchos (por suerte, ya no suponen la muerte inmediata), ya que cualquier error que cometáis se deberá única y exclusivamente a vuestra habilidad.
Tres armas para disfrutar de combates más profundos
Combatir en Blasphemous era muy divertido, teniendo en sus combates uno de sus principales pilares, pero ahora, en su secuela, es el triple de divertido, ya que nuestro arsenal ha pasado de una a tres armas posibles, cada una de ellas perfectamente diferenciadas con sus habilidades, mecánicas y peculiaridades únicas. No solo hablamos de diferencias en el daño y la velocidad, sino también en el rango, en las técnicas que podemos ejecutar y en las particularidades que rigen su manejo (por ejemplo, una de ellas que no nos permite realizar bloqueos). Por supuesto, usar una u otra dependerá tanto de nuestras preferencias personales como de las características de los enemigos, ya que las hay más o menos útiles contra determinados tipos de rivales, lo que añade una capa de profundidad adicional que le sienta de maravilla a los combates, especialmente si tenemos en cuenta que podemos alternar entre ellas en tiempo real para adaptarnos a cualquier situación.
Jefes épicos
Si la primera entrega destacó por sus jefes, su secuela no iba a ser menos, ofreciéndonos unas batallas intensas, espectaculares, desafiantes y muy épicas que destacan tanto por su enorme variedad como por sus diseños y los patrones de sus ataques, los cuales van evolucionando y complicándose a medida que vamos mermando la barra de vida de estos poderosisimos enemigos, dejándonos para el recuerdo algunos de los mejores enfrentamientos de todo el género.
Un apartado audiovisual que es puro arte en movimiento
Finalmente, pero no por ello menos importante, tenemos un apartado gráfico pixel art que es una auténtica delicia. Personajes reconocibles y fantásticamente animados y unos escenarios sobrecogedores y con una enorme cantidad de detalle y elementos son sus principales fortalezas, algo a lo que hay que añadirle una dirección de arte absolutamente increíble que ha ganado en variedad temática y de fondos, con regiones mucho más ricas, complejas, elaboradas, coloridas y diversas que, sin embargo, no abandonan el toque oscuro y retorcido que caracterizó a la aventura original. Todo esto acaba conformado una auténtica obra de arte en movimiento que entra directamente por los ojos para maravillarnos.
Pero si en lo visual sobresale, en lo sonoro tampoco se queda atrás con una portentosa banda sonora compuesta por Carlos Viola, quien se ha vuelto a superar con unas partituras de una calidad incuestionable que nos meten de lleno en este fascinante mundo, acompañando nuestras aventuras con un toque de flamenco que le sienta como anillo al dedo. Y por si no fuese suficiente, el doblaje español es de los mejores que hemos escuchado nunca en un videojuego, pues cuenta con algunos de los más talentosos actores de nuestro país y es capaz de introducir con suma naturalidad diversos acentos con un respeto inigualable por cada uno de ellos.
Blasphemous 2 se pondrá a la venta en formato físico para Switch, PS5 y Xbox Series X/S el 24 de agosto gracias a Meridiem Games, resérvala ya en tu tienda de confianza para no quedarte sin ella.
