Ofrecido por U-tad
Los juegos universitarios de U-tad tienen una doble misión: por un lado que los alumnos aprendan de primera mano cómo es desarrollar un videojuego desde la formación de un equipo y el concepto inicial hasta la publicación y, por otro lado, que cuando esos mismos alumnos opten a ocupar un puesto en un estudio lleguen a la entrevista de trabajo con un juego ya publicado bajo el brazo.
En algunos casos, además de cumplir estas dos condiciones, consigue también que los desarrolladores sientan la satisfacción de ver que miles de jugadores disfrutan con su obra. Un ejemplo de los que lo han conseguido es The Druid, uno de los juegos creados en los alumnos del Grado en Diseño de Productos Interactivos de U-tad (Centro Universitario de Tecnología y Arte Digital), que se subió gratis a Steam el 24 de mayo. "Estamos muy sorprendidos de la recepción que ha tenido el juego, es algo que no esperábamos que llegase a estos niveles. Contamos con más de 5500 descargas y más de 60.000 adiciones a la biblioteca, números que siguen subiendo a día de hoy", dicen sus creadores, NAO Studios.
Tres zonas con otros tantos jefes y un enfrentamiento final con Morrigan
Dagda, el rey de los dioses celtas, envía al jugador a liberar su territorio de la corrupción de la diosa Morrigan, para lo que debe atravesar sin morir la zona tutorial y tres zonas —el bosque, la montaña y el bosque corrompido—, cada una de ellas con un jefe final y, después, acabar con Morrigan, antagonista principal.
No todo estaba previsto como ha terminado siendo el juego; desde NAO Studios recuerdan que la idea inicial era crear un metroidvania (usando unos espíritus como acompañantes del protagonista) pero, añaden, "por scope y jugabilidad no nos terminó de encajar y es cuando cambiamos al roguelike. Inicialmente planteamos cuatro zonas, pero por recursos descartamos la zona previa a la final y quedaron las 3 actuales. Hicimos la zona oscura, la final, en segundo lugar por si esto pasaba, para poder recortar. En general, el resto de idea, como el sistema de mejoras o el plataformeo con habilidades o combate, se mantuvieron intactas casi desde las primeras iteraciones".
Así, el estudio optó finalmente por un roguelike porque, afirman sus integrantes, "era un género que nos encajaba a todos muy bien. Sabíamos que queríamos hacer algo que implicase plataformeo y 2D y finalmente optamos por este género también por las facilidades que nos daba de cara al desarrollo". En uno de los prototipos iniciales unos espíritus acompañaban al druida protagonista y le ayudaban en combate. Cuando cambió el género de The Druid se mantuvo la idea de los espíritus, pero con modificaciones, añadiendo, dicen desde NAO Studios, "otros elementos que representan a un druida o que este maneja, como las runas o esencias".
A lo largo del camino el druida encuentra calderos en los que puede rellenar la poción de Dagda que utiliza para recuperar vida, árboles para rellenar la barra de vida o recibir esencias espirituales que se recogen también al matar enemigos y que sirven para ir mejorando al personaje con runas, esencias o espíritus que encuentra en cruces situadas por el camino.
6 elementos y poderes defensivos, ofensivos y utilidades
En cada una de esas cruces hay tres tipos de elementos de entre seis posibles: luz, oscuridad, agua, fuego, tierra y viento, que contienen distintos poderes ofensivos (runas), defensivos (esencias) y de utilidad (espíritus), y cada uno de ellos se colocan en una parte del personaje: en la cabeza las habilidades pasivas, en el pecho los modificadores del ataque simple y en los brazos potenciadores de los ataques fuertes, que se deben cargar para utilizarlos.Con esto, el druida va siendo cada vez más fuerte, aunque depende de los potenciadores que consiga, algunos son increíblemente potentes y acaban con todos los enemigos que hay en pantalla y otros son casi imperceptibles.
Es un sistema que puede parecer complicado pero que al coger el mando se entiende rápido, que proporciona al jugador la libertad de elegir entre 9 tipos de ventajas cada vez que accede a la opción de mejorar al personaje y que permite llevar hasta cuatro de esos potenciadores a la vez. En pocos minutos el jugador combina el salto con el dash y los dos tipos de ataque para ir avanzando, aunque no es un juego que sea precisamente fácil ni perdona al jugador los fallos.
Como parte de la intención de U-tad de que los alumnos salgan lo más preparados posible para empezar a trabajar al terminar su formación, en la última parte del tercer curso los alumnos que estudian el grado especializado en diseño de videojuegos se dividen en grupos para formar distintos estudios y empiezan a definir su juego para la asignatura de Proyectos, "los grupos son de entre cuatro y siete integrantes y los alumnos tienen la libertad de formarlos. Siempre se recomienda que se busquen perfinles complementarios: alguien que destaque más en scripting o esté interesado en arte, por ejemplo, de manera que se cubran con unos mínimos cuantas más áreas, mejor", explica Javier Cadenas, responsable de Proyectos del Grado en Diseño y parte clave del personal que asesora a los alumnos y comprueba que los videojuegos se crean en el tiempo establecido y con la calidad que requiere la universidad.
Si los proyectos están bien encaminados y el corte vertical que hacen los alumnos es adecuado, los grupos los terminan a lo largo del último curso del grado, siempre compaginando la asignatura de Proyectos con las demás, lo que dificulta más el trabajo. Los proyectos de grado son muy diferentes de los de postgrado para permitira a los estudiantes compaginar el desarrollo con el resto de formación. "En postgrado los equipos son más grandes y cuentan con integrantes especializados en cada área, lo que permite que los proyectos sean más ambiciosos. En grado, los proyectos los sacan adelante principalmente diseñadores de juego, que se tienen que encargar también del resto de áreas. Procuramos potenciar poco a poco la colaboración con otros grados, de forma que se han incorporado a los proyectos algunos alumnos del Grado en Animación o del Grado en Diseño Digital", señala Cadenas.
En The Druid han trabajado 7 alumnos del Grado en Diseño de Productos Interactivos y cuatro artistas del Grado de Animación, todos han tenido que combinar durante los dos cursos la asignatura de Proyectos con el resto de asignaturas. Contar con ese apoyo de compañeros de otro grado de U-tad ha permitido a NAO tener una identidad visual al crear buena parte del arte "como los tiles, cruces, animaciones e interfaz. Sin embargo, por cuestión de recursos y tiempo, los enemigos sí son assets comprados (a excepción del boss final), los cuales hemos repintado para que encajen con la paleta del juego, e incluso modificado nosotros mismos para las variantes oscuras. La música proviene toda de librerías de sonidos compradas", explican desde NAO Studios.
La recompensa a un duro esfuerzo
Tras estos dos años de trabajo, en NAO Studios afirman que lo más satisfactorio ha sido esa recompensa de los jugadores tras el lanzamiento, "ver a tanta gente jugando y probando nuestro juego, viendo cómo lo disfrutan, no tiene precio. Sí nos esperábamos el duro esfuerzo que requiere: si bien estábamos más que avisados, vivir en nuestras propias carnes todo lo que implica el desarrollo completo de un videojuego es una cosa que impacta", dicen.
NAO Studio se ha animado tanto con la recepción a un juego nacido en el grado de U-tad que durante las dos primeras semanas desde el lanzamiento han ido recopilando bugs, ideas "y otras mejoras que hemos añadido en cada parche. La idea es dejar el juego en el mejor estado posible, no solo a nivel de bugs, si no también balanceo e incorporación de algunas pequeñas ideas que quedaron en el tintero por el tiempo de salida, ¡o algunas nuevas que nos han propuesto los jugadores!", explican.