AEVI, la Asociación Española del Videojuego, ha emitido un comunicado oficial en el que advierte del uso de copias ilícitas de videojuegos en dispositivos que se comercializan como hardware retro pero que en realidad incluyen emuladores para ejecutar títulos que no han sido adquiridos por vías legales. José María Moreno, director general de la asociación, explica que "la elusión de las medidas tecnológicas de protección establecidas sobre cualquier dispositivo, incluidas las videoconsolas, o en un videojuego para proceder a la emulación es un ilícito civil e incluso penal".
La asociación se centra sobre todo en "las llamadas consolas retro o arcade" que en muchas ocasiones, incluso sin el conocimiento de los usuarios, llevan precargadas copias ilícitas de videojuegos: "Estos dispositivos contienen emuladores, que son unos programas informáticos que permiten jugar con copias ilícitas de videojuegos en un dispositivo distinto al original para el que se creó el videojuego", explica AEVI.
Esta advertencia llega con motivo de la campaña de Navidad, fechas en las que AEVI quiere aprovechar para realizar un llamamiento sobre la importancia de respetar los derechos de autor evitando, por ejemplo, utilizar este tipo de dispositivos de emulación ilícita para ejecutar copias de videojuegos y vulnerar los derechos de propiedad intelectual de sus creadores.
De este modo se podrá favorecer el desarrollo de la oferta legal de contenidos de ocio digital en España, aseguran en el comunicado.
¿Es delito piratear videojuegos?
Desde AEVI recuerdan, además, que el uso de copias ilícitas, al conllevar una infracción de los derechos de explotación del titular, puede acarrear una pena de prisión de seis meses a cuatro años, así como una multa de doce a veinticuatro meses. Esto es porque un producto como los videojuegos no se pueden distribuir sin los derechos de explotación de los mismos, que pertenecen a sus autores durante setenta años desde la divulgación del videojuego. En el caso de los abandonware (videojuegos cuya comercialización ha cesado), desde la asociación explican que "rara vez se constituyen como tal" porque tras la desaparición de la compañía autora sus derechos pasan a otras compañías y compete a ellas su distribución.