A todos nos han castigado sin jugar a la consola. Mientras que algunas intentábamos portarnos mejor para la próxima vez... otros parece que no se lo toman demasiado bien.
Es el caso de una familia de Ohio: la madre castigó al niño de 11 años sin su PlayStation. Lo que no esperaba es que su hijo, en venganza, aprovecharía sus horas de sueño para coger las llaves del coche y robarlo.
Cuando la madre despertó, se dio cuenta de que el pequeño había desaparecido junto con su Dodge Durango 2013.
Eso produjo una persecución por las calles en busca del niño, después de que el padre le viera pasando por la calle con el coche. Consciente de que su padre le había descubierto, el niño llevó el vehículo a una velocidad de 144 kilómetros/hora hasta una estación de bomberos abandonada para esconderse.
Por desgracia para él, un policía de la zona se acercó a revisar el automóvil y, de esta forma, pudieron detenerle.
Reincidente
Lo peor es que, al parecer, no es la primera vez que lleva a cabo una actuación así. En 2017 también robó el Toyota Avalon de su madre, y llevó a cabo una persecución policial a altas velocidades, de aproximadamente 160 kilómetros/hora. La persecución finalizó cuando chocó contra un coche que estaba aparcado.
El niño está acusado en el Tribunal de Menores del Condado de Cuyahoga de tres cargos: incumplimiento de la orden de un oficial de policía, un cargo de hurto mayor y un cargo de daño criminal.