Aunque su capacidad de arruinar vidas ha menguado desde que existen los smartphones con navegador móvil incluido, el juego de navegador Ogame sigue existiendo y captando nuevos usuarios. Si el pasado octubre cumplía 15 años, hace unos días la compañía alemana Gameforge anunció que había llegado a los 100 millones de usuarios registrados.
Esta cifra dista de ser la de usuarios activos, ya que hace muchos años que el juego perdió la popularidad que llegó a tener a mediados de la década de los 2000. En su apogeo, miles de españoles vivían pendientes de su flota, conscientes de que si estaba demasiado tiempo parada corrían el riesgo de que fuese atacada, reducida a recursos y recolectada.
Esto arruinó estudios e incluso amistades y noviazgos. Como si fuese un superhéroe, el usuario de Ogame desaparecía de repente... pero no era para salvar el mundo, sino para ir a casa, conectarse a Ogame y comandar durante unos minutos su imperio, temeroso de que estuviese siendo atacado. Estamos seguros de que muchos de nuestros lectores tienen anécdotas con el juego.
Un juego que se exhibe en museos
Como recordábamos el pasado octubre, cuando el juego cumplió 15 años, en 2002 el alemán Alexander Rösner desarrolló y programó por su cuenta este juego de navegador que no tardó en convertirse en un éxito y un modelo para el resto, y en ser la primera piedra de Gameforge, una de las más importantes compañías de juegos de navegador en todo el mundo. De hecho, OGame tiene un lugar de honor en el museo de videojuegos de Berlín como uno de los representantes de más éxito de su categoría.
OGame es un juego de estrategia de navegador gratuito ambientado en un universo de ciencia ficción. Los jugadores crean una infraestructura económica y militar mientras persiguen avances tecnológicos cada vez más poderosos.
Mediante la extracción de metal, cristal y deuterio, construyen sus imperios continuamente y, si es necesario, pueden atacar a otros jugadores y robarles sus recursos. Al mismo tiempo se pueden sellar alianzas para atacar juntos planetas agresivos o compartir materiales y, en tiempo de guerra, flotas completas.
Tras el lanzamiento de la versión alemana, en el año 2004 le siguieron las versiones inglesa, francesa y española y, en 2005, entre otras, las versiones rusa, polaca y turca. En los años 2005 y 2006, Gameforge se introdujo también en el mercado asiático con las versiones taiwanesa y japonesa.