Brad Peyton, el director de la película Rampage, que adapta a la pantalla de los cines el videojuego de los años 80, cree que este proyecto podría superar la "maldición" de las adaptaciones de videojuegos al cine.
La película cuenta con actores como Dwayne Johnson, Naomie Harris y Jeffrey Dean Morgan, pero para el director no es solo el grupo de intérpretes lo que puede ayudar a que la película sea un éxito.
Para Peyton que la máquina recreativa original apenas tuviera historia y que este videojuego no sea inmensamente popular pueden haber sido aspectos fundamentales.
Según explica Peyton, eso hace que no haya unas enormes ideas preconcebidas sobre "cómo debe ser tal personaje o cuál debería ser la historia" de la película. "No sabía mucho sobre esa 'maldición de los videojuegos' hasta dos semanas después de terminar la película. Muchas veces los estudios han intentado adaptar videojuegos masivamente populares. Cuando intentas adaptar algo que tiene una historia o personajes muy profundos, o algo de ese estilo, estás obligado a dar algo concreto. Y es un reto muy difícil porque, como jugador, sé que juego como el héroe. Es un medio inmersivo y es muy difícil ir ponerse frente a algo que ya existe".
En la película se presta mucha atención a los monstruos, que en el juego eran los protagonistas absolutos, y para Peyton ser fieles a su identidad era importante.
"El objetivo final de la película es recordarnos que los monstruos dan miedo, pero las películas de monstruos tienen que ser divertidas", explica el director. "Con estas películas el reto está en ser impredecible todo el rato y entretener sin pausa. Y creo que lo más entretenido es lo que no te esperas que vaya a suceder".
La película se estrenará el próximo mes de abril en todo el mundo.