En EE.UU. se han iniciado ya las manifestaciones públicas para defender la neutralidad de la red. El lugar elegido a lo largo y ancho del país para dar a conocer la protesta ha sido asociar las manifestaciones a las tiendas de Verizon, uno de los gigantes de las comunicaciones.
Verizon tuvo entre sus empleados al actual presidente de la FCC (comisión federal de comunicaciones) y ha trascendido en los medios que es una de las impulsoras de las iniciativas contra la neutralidad de la red. Los protestantes se oponen a ello y denuncian, además, que la falta de competitividad en el mercado reforzaría la situación de monopolio de facto de Verizon, que es proveedora única en muchas regiones del país.
El principal impulsor de esta medida es Ajit Pai, presidente de la FCC, y puesto en el cargo por Donald Trump. Asimismo, cuenta con el apoyo de múltiples políticos, tanto republicanos como demócratas.
Pai, que como hemos dicho había trabajado en Verizon, quiere cancelar esta protección para los consumidores, que podría tener como consecuencia que las empresas determinen qué webs puede visitar un usuario, imponer primas por acceder a determinadas webs o servicios, y censurar contenidos libremente según sus propios criterios. También implicaría una liberación de los precios pues el servicio en EE.UU. es considerado un suministro y no un bien de lujo.
Eliminar la neutralidad de la red es una preocupación para el mundo del videojuego: las desarrolladoras y editoras podrían ver cómo las empresas de comunicaciones cortan el acceso a sus juegos o imponen cuotas adicionales a los consumidores para acceder a los mismos.
