Un jugador profesional de billar admite que fue adicto a los videojuegos

Neil Robertson fue campeón mundial en 2010.
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Neil Robertson, jugador profesional de billar, se ha declarado adicto a los videojuegos y ha explicado que en estos momentos está desenganchándose.

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En declaraciones concedidas a Eurosport, el australiano, que fue campeón mundial de billar en 2010, ha explicado que es un adicto a los videojuegos y que ha estado enganchado a juegos como Diablo 2, World of Warcraft y League of Legends.

"Se volvió más importante que el billar, lo que era una locura"

"He mejorado mucho en el billar tras alejarme del abuso de los videojuegos", ha dicho Robertson, que explica que era parte de un grupo de jugadores del título de rol masivo en línea World of Warcraft.

Su obsesión por sumarse a las partidas del grupo le afectó en un torneo en China porque "la conexión era tan mala que no podía acceder. Estuve furioso cuatro o cinco días. Solo podía pensar en volver a casa para conectarme".

Cuando los juegos fueron más importante que su deporte

Cuando Robertson regresó, supo que "había perdido mi lugar en el grupo, y de repente eso se volvió más importante que el billar, lo que era una locura".

En cuanto a League of Legends, conoció el título a través de otro jugador profesional, el chino Ding Junhui. Robertson cree que Junhui también estaba enganchado y que "por eso tuvo una mala temporada hace dos o tres años. Los dos jugábamos sin parar, pegados a nuestros portátiles".

Robertson explica que también tuvo un comportamiento compulsivo con FIFA 14 y que iba a llevar a su hijo a la escuela y que al volver encendía la consola "y antes de que me diera cuenta ya eran las 14h, era demasiado tarde para ir a practicar y tenía que recoger a mi hijo en la escuela. Esto afectó mucho a la segunda mitad de esa temporada".

Reconoce que tiene personalidad adictiva

Robertson admite que estuvo enganchado también a Diablo 2. "Llegó a un punto en el que, en casa en Australia, mi madre tuvo que crearse una cuenta y entrar para ver si realmente estaba jugando o practicando con el billar".

"No digo que hubiera ganado más torneos si no fuera por los videojuegos, pero creo que habría tenido más oportunidades para llegar más lejos".

Robertson admite que "tengo una personalidad adictiva y he decidido alejarme por completo de los videojuegos. No puedo jugar con ellos". En especial, reconoce que "no puedo ni tocar los juegos multijugador porque me engancho a ellos". Su nueva afición es pintar figuras de Warhammer 40.000 y lleva dos meses sin jugar con videojuegos.

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