Interplay, propietaria de un buen número de licencias de renombre en el mundo del videojuego, está pasando a vender todas sus propiedades intelectuales a terceros, cambiando su estrategia comercial con respecto a los últimos años.
De licenciar a vender los derechos de uso
El estudio, fundado en 1983, ha estado operando en los últimos años como contenedor de licencias, que se adjudicaban a otros estudios y terceros para construir videojuegos en propiedad.
Pero, dado los pocos resultados económicos, Interplay ha decidido desprenderse de todas sus licencias y derechos comerciales.
"Interplay ha ofrecido entretenimiento a millones de jugadores con sus reconocidos y emblemáticos videojuegos, incluyendo Earthworm Jim, Freespace, Giants, Kingpin, Messiah, MDK, Run Like Hell, Sacrifice, Battlechess, Clayfighter, Dark Alliance, y Descent", ha comentado Eric Caen, presidente de Interplay. Entre todas las licencias a la venta, obviamente, no se incluye Fallout -vendida a Bethesda en 2007- ni otras que estén en manos de otras empresas y estudios.