Un hombre de 22 años ha sido condenado a un año de cárcel en EE.UU. por swatting. Con este término se denomina a un tipo de broma pesada que consiste en crear una falsa alarma policial de alto riesgo para que un grupo policial táctico (y, por lo general, fuertemente armado) irrumpa en un domicilio, con el peligro que ello conlleva, además de los costes y problemas asociados a destinar recursos policiales a este tipo de sitauciones.
El condenado es Michael Tollis, residente en Wethersfield (Connecticut) y era parte del grupo TCOD (TeAM CrucifiX or Die), que usaba Skype para realizar falsas llamadas a los servicios de emergencia con engaños como bombas, tiroteos o situaciones con rehenes.
Tollis ha estado implicado, según la sentencia judicial, en al menos seis incidentes de este tipo, incluyendo una llamada que tuvo como objetivo la Universidad de Connecticut, que estuvo cerrada al menos durante tres horas mientras las fuerzas policiales comprobaban y aseguraban la zona.
Dentro del grupo, la función de Tollis era encontrar localizaciones para que sufrieran el swatting. Fue arrestado en septiembre de 2014 y se declaró culpable ante el juez el pasado mes de junio.
La sentencia se ha dictado ahora y deberá entrar en prisión el próximo 5 de noviembre.
"El swatting no es una broma de niños de colegio, es un crimen federal", ha recordado el fiscal Dierdre Daly. "Estas mentiras han gastado costosos recursos de las fuerzs de la ley y han causado problemas emocionals severos a miles de víctimas".
El grupo TCOD está todavía siendo investigado en una operación conjunta del FBI con la policía británica para poder localizar a otros miembros que creen que pueden vivir en Reino Unido.
Esta no es la primera condena por este tipo de actividades: este verano un joven canadiense que acosaba con esta técnica a jugadores de League of Legends fue condenado a 16 meses de prisión. Y es que hay que recordar que algunos de los blancos de estas bromas han sido usuarios de videojuegos (profesionales y amateur) así como directivos.