Según unos documentos filtrados de la agencia de seguridad nacional de Estados Unidos (NSA), la organización habría estado espiando a los jugadores de servicios como Xbox Live y juegos como World of Warcraft.
Estos documentos han salido a la luz gracias al New York Times y en ellos también se menciona que varios agentes se habían creado sus propios personajes para intentar "reclutar" a otros jugadores a su causa. El motivo de estas acciones se debe a que la NSA consideraba que los juegos ofrecían una oportunidad perfecta para que los terroristas se pudieran comunicar y organizar en secreto.
Los datos a los que la organización ha tenido acceso no están claros, aunque el British Government Communications Headquarters (GCHQ) ha asegurado que tuvieron acceso a varias conversaciones entre jugadores de Xbox Live, aunque no se ha especificado cómo las obtuvieron.
Por otra parte, Blizzard ha emitido un comunicado donde aseguran no haber dado permiso a ninguna de las dos organizaciones para espiar sus juegos: "No estamos al corriente de que haya habido ninguna investigación. Si la hubo, habría sido realizada sin nuestro conocimiento ni permiso". En cambio, Microsoft y Linden Lab (creadores de Second Life, otro de los juegos afectados) se han negado a declarar.