HBO anunció hace unos días que Euphoria regresaría al portal con una tercera temporada que arrancaría a rodarse en 2025 y que tendría, como no podría ser de otra forma, al reparto principal. Es decir, Sydney Sweeney, Jacob Elordi y Zendaya, siendo esta última una de las productoras y ejes centrales de la ficción. La actriz mostró su descontento durante meses, afirmando que no sabía cuándo volverían porque Sam Levinson, el creador de la serie, estaba con otros proyectos. Entre ellos se encontraba The Idol, un fracaso histórico, una serie con The Weekend y la hija de Johnny Depp que se estrenó en HBO con malas audiencias, peores críticas y el cachondeo de millones de personas. Tras la cancelación de The Idol, Zendaya y Sam Levinson tuvieron algo más que palabras por este hiato.
'Euphoria' retrasó tanto su tercera temporada por culpa del monumental cabreo de Zendaya con el creador de la serie, Sam Levinson: 'The Idol' supuso una fractura entre ambos
Euphoria tardará mucho en llegar. La producción de HBO, uno de sus grandes éxitos absolutos en el streaming tras Juego de tronos, ha enfrentado continuos conflictos de calendario, crisis creativas internas y, en particular, el comportamiento controvertido de su creador, Sam Levinson, quien ha visto a varios colaboradores abandonar por el camino hartos y muy cansados de su forma de trabajar y de las constantes faltas de respeto.
En los últimos meses, Levinson, principal arquitecto la serie, ha sido señalado como el principal responsable de los problemas en la producción, siendo acusado de perpetrar y promover un ambiente de trabajo tóxico entre los actores y actrices, algo que The Hollywood Reporter ha destapado en un extenso trabajo de investigación. Al parecer, la caótica producción de The Idol aumentó las tensiones, afectando incluso su relación con Zendaya, la estrella y productora ejecutiva de Euphoria. La relación profesional entre Levinson y Zendaya, que había sido sólida tanto en Euphoria como en otros proyectos como la película Malcolm & Marie, se deterioró significativamente durante la producción de The Idol.
Este nuevo proyecto no solo fue un fracaso crítico y de audiencias en HBO -que necesitaba que fuese un éxito-, sino que también retrasó la producción de la tercera temporada de Euphoria de forma casi indefinida. Zendaya, además de su papel como estrella, había asumido responsabilidades ejecutivas, y su frustración aumentó debido a la falta de claridad sobre la dirección de la serie y los guiones inconsistentes. La actriz de Dune entró en cólera y llevó sus preocupaciones a los ejecutivos de HBO, Casey Bloys y Francesca Orsi, destacando no solo los retrasos sino también la falta de una dirección clara para la nueva temporada. Fue una auténtica locura.
Al parecer, se presentaron premisas de guion inusuales, como la idea de Levinson de convertir a Rue en detective o la sugerencia de Zendaya de que su personaje fuera un vientre de alquiler, fueron rechazadas, aumentando la incertidumbre sobre el futuro de la serie. Hasta abril de este año, Zendaya no sabía qué iba a pasar con Euphoria. Una última reunión, intentando dejar atrás los desafíos y las tensiones, salvó la serie en el último momento. Con la tercera temporada en el horizonte y las relaciones clave entre bastidores en un punto crítico, el futuro de Euphoria sigue siendo incierto más allá de esta tercera temporada, que podría ser la última.