Xbox Series S desvela todas sus especificaciones técnicas
Microsoft anunció ayer Xbox Series S, una nueva consola next-gen que acompañará a Xbox Series X en su lanzamiento el próximo 10 de noviembre: se trata de una versión sin lector de discos y más barata, pero casi igual de potente que su hermana mayor, una especie de adaptación que rebaja costes con especificaciones técnicas menores al mismo tiempo que mantiene un rendimiento de nueva generación. Puedes ver todas las diferencias entre ambas consolas en este reportaje.
Precisamente sus especificaciones técnicas se mantuvieron en secreto durante el anuncio de ayer; Microsoft confirmó que se pondrá a la venta a un precio de 299 € en España -frente a los 499 € de Xbox Series X- pero no dijo prácticamente nada acerca de sus características internas. Hasta hoy; la compañía acaba de publicar un extenso artículo acompañado de un vídeo en los que explican los componentes con los que cuenta Xbox Series S.
Dos consolas idénticas con una diferencia de 200 €
Muchas de las especificaciones técnicas de Xbox Series S son exactamente iguales que las de Xbox Series X. Por ejemplo, el sistema en chip (SoC) es un 7nm personalizado en ambas consolas, así como el almacenamiento interno hace uso de un SSD NVME PCle Gen 4; eso sí, el de Xbox Series X contará con 1 TB de capacidad mientras que el de Xbox Series S tendrá la mitad, 512 GB. Ambos se podrán ampliar con tarjetas de expansión que, según rumores, no serán precisamente baratas.
En los dos principales puntos de Xbox Series S sí vamos a encontrar diferencias con respecto a los componentes de su hermana mayor: la consola más barata tendrá un procesador CPU muy similar al de Xbox Series X, un AMD Zen 2 de ocho núcleos, sólo que funcionará a 3,6 GHz en lugar de los 3,8 GHz del procesador de la consola más potente.
XBOX SERIES X | XBOX SERIES S | |
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Procesador (CPU) | 8x Cores a 3.8 GHz (3.66 GHz con SMT) Custom Zen 2 | 8x Cores a 3.6 GHz (3.4 GHz con SMT) Custom Zen 2 |
Gráfica (GPU) | 52 CUs a 1,825 GHz Custom RDNA 2 | 20 CUs a 1,565 GHz Custom RDNA 2 |
Potencia GPU | 12,15 teraflops | 4 teraflops |
Memoria RAM | 16 GB GDDR6 | 10 GB GDDR6 |
Ancho de banda de la memoria | 10 GB a 560 GB/s, 6GB a 336 GB/s | 8 GB a 224 GB/s, 2 GB a 56 GB/s |
Objetivo de rendimiento | 4K, 60fps, hasta 120fps | 1440p, 60fps, hasta 120 fps |
Almacenamiento interno | 1 TB PCIe GEn 4 NVME SSD | 512 GB PCIe GEn 4 NVME SSD |
Expansión de almacenamiento interno | 1 TB Expansion Card | 1 TB Expansion Card |
Soporte para unidades HDD externas | USB 3.2 | USB 3.2 |
Rendimiento I/O | 2.4 GB/s (sin comprimir), 4.8 GB/s (comprimido) | 2.4 GB/s (sin comprimir), 4.8 GB/s (comprimido) |
Lector de discos | 4K UHD Blu-Ray | No tiene |
Salida de vídeo | HDMI 2.1 | HDMI 2.1 |
Dimensiones | 301mm x 151mm x 151mm | Un 60% más pequeña que Xbox Series X |
Precio | 499 euros | 299 euros |
También difieren tanto la tarjeta gráfica de las consolas como la potencia de la misma. Microsoft ha confirmado que Xbox Series S tendrá 4 teraflops de potencia gráfica frente a los 12,15 de Xbox Series X.
Ambas contarán con una gráfica AMD RDNA 2 pero en la más potente funcionará con 52 CUs a 1,825 GHz mientra que en Series S contará con 20 CUs a 1,565 GHz.
Como podéis ver tanto en la tabla como en el vídeo y en las explicaciones oficiales, ambas consolas son prácticamente idénticas en cuanto a especificaciones técnicas, con la única diferencia de que Xbox Series S está diseñada para jugar a 1440p en lugar de los 4K y 8K que pretende alcanzar Xbox Series X. Aunque no alcance los 4K nativos, Xbox Series S incluye un sistema de reescalado de juegos a esa resolución. Dejando la resolución a un lado, ambas consolas tendrán un rendimiento similar manteniéndose aspectos clave como el raytracing por hardware o la Xbox Velocity Architecture.
En relación a los accesorios y servicios, Microsoft confirma que todos funcionarán de manera normal en Xbox Series S. De hecho el mando de la consola será igual en ambos modelos, pudiéndose utilizar en la familia Xbox One y viceversa. Además, incluye compatibilidad con servicios como Xbox Game Pass, cuya versión Ultimate sumará a finales de año las ventajas y juegos de EA Play, o aplicaciones de vídeo bajo demanda, como Netflix o Disney+, que sí se podrán ver en un formato 4K nativo.