Los rumores apenas tardaron unas horas en confirmarse: Scalebound está cancelado. Con esta cancelación, nadie gana. Microsoft se queda sin uno de sus grandes juegos para este año, y nosotros nos quedamos sin el juego más ambicioso de Platinum Games hasta la fecha. Seamos sinceros: Scalebound no era la definición de "vendeconsolas", pero tener juegos para todo el mundo vende consolas.
Nos vamos hasta 2009, justo tras terminar Bayonetta. Hideki Kamiya quería hacer realidad su proyecto soñado, un juego en el que tomábamos el control de dinosaurios y combatíamos con ellos. Originalmente, este título comenzó en Wii, donde la protagonista era una niña que, siendo demasiado frágil para combatir por sí sola, daba órdenes a los dinosaurios para que lucharan por ella. El interés de Kamiya por la fantasía medieval hizo que los dinosaurios no tardaran en ser reemplazados por un dragón.
El prototipo no avanzó demasiado, más allá de unas órdenes básicas y la posibilidad de volar con el dragón por una isla. Platinum sabía que el hardware de Wii (o incluso el de PS3 y 360) no era suficiente para materializar su visión, así que se pusieron a trabajar en su siguiente proyecto, que sería The Wonderful 101, y dejaron ese precario Scalebound en pausa hasta que llegó Microsoft y su nueva consola.
Ya para Xbox One, comenzaba el desarrollo con el nombre en clave de Project Nagano. Lo hacía allá por 2012 con el objetivo de crear un juego de acción con toques de rol en el que controlábamos a Drew y a su dragón, Thuban. Kamiya quería ofrecer un juego fantástico y visualmente espectacular, pero a la vez quería ofrecer unos personajes "creíbles" y crear una relación entre el protagonista y su dragón que nos hiciera sentir que era una criatura real.
Scalebound nos llevaba al mundo de Draconis, un escenario fantástico poblado por criaturas gigantescas, caballeros de otro tiempo e islas flotantes. El equipo estudió llevar la aventura a un mundo steampunk o de ciencia ficción, pero al final se quedó con el diseño que ya conocéis. Pocos detalles se sabían de la historia, más allá de que en Draconis había una energía misteriosa llamada "The Pulse", similar a la Fuerza de Star Wars, y que era responsable tanto de la apariencia del universo como de que nuestro héroe hubiese acabado allí.
A través de John Omohundro, el actor de doblaje y de captura de movimiento del protagonista, sabemos que Scalebound iba a tener una historia con momentos cargados de emoción. En una entrevista ahora eliminada de la web oficial, Omohundro aseguraba que tanto Drew como Thuban crecían mucho durante la aventura, y recuerda que hubo una escena en la que, al hacer la captura de movimiento, tanto él como varios miembros del equipo acabaron llorando.
Thuban era el último dragón de su especie en Draconis, y tenía un vínculo especial con Drew. No sabemos cómo se habían unido, pero esta unión tenía una particular cláusula: si uno moría, el otro moría con él. Lo mismo sucedía con el modo multijugador, para hasta cuatro personas, y totalmente integrado en la historia. Kamiya nunca lo detalló, pero dejó entrever que podría ser una especie de proyección del protagonista.
Un par de datos curiosos sobre el universo de Scalebound es que el brazo de dragón de Drew servía como barra de salud de Thuban, y que Thuban es el nombre de una estrella de la constelación del Dragón, también conocida como Alfa Draconis.
Pasando a la jugabilidad, se trataba de un título mucho más pausado que otros juegos de Platinum, donde la estrategia tenía mayor peso. Estaba, digamos, más cerca de ser un action RPG que un hack & slash. Formar una buena relación con Thuban se reflejaría en el campo de batalla, y también tendría un impacto notable conocer las habilidades de Drew y sus armas, sabiendo cuáles usar para explotar las debilidades de los enemigos.
Las armas, que iban de desde espadas a lanzas, pasando por arcos y escudos, parecían tener un uso limitado, ya que se desgastaban, pero siempre tendríamos nuestro brazo de dragón para rescatarnos si todo lo demás fallaba. El brazo nos permitía hacer una especie de teletransporte hacia los enemigos a lo Noctis en Final Fantasy XV, disparar orbes azules o activar el "modo dragón", dejando que esa fuerza draconiana nos posea para desatar a Drew.
Pasando a Thuban, sabemos que sería muy personalizable, tanto en lo estético como en lo jugable. Podríamos elegir entre tres clases para el dragón, la llamada "Rex", que le daba versatilidad sobre dos patas (y que es el que hemos visto prácticamente en todas las demostraciones y tráilers); el "Tank", que lo convertía en una bestia a cuatro patas para el combate; y el "Wyvern", que le daba mayor agilidad en el aire. Por supuesto, podríamos mejorar las habilidades de Thuban, pudiendo especializarlo en una de las categorías o encontrar el equilibrio entre ellas.
También podríamos comprar armas (como pinchos de metal para la cola) y protección para Thuban, que se degradarían con el combate, aunque lo más importante era, probablemente, el poder controlar al dragón. Con el modo "Dragon Link", tomábamos control directo de nuestro compañero, y podíamos luchar en una especie de modo "berserker" en el que lanzábamos golpes devastadores. Por desgracia, esta característica sólo se mostró a puerta cerrada y no hay vídeos ni imágenes de ello.
Scalebound quizás no levantó todas las expectativas que Microsoft esperaba, pero probablemente el juego tampoco se mostró como debía. Por ser Platinum, a lo mejor esperábamos un juego de acción frenética, y como decíamos, se trataba de un título que estaba más cerca de ser un action RPG. A juzgar por los datos que tenemos, prometía ser un juego completo, profundo y muy espectacular, y un título que habría llenado un vacío importante en el catálogo de Xbox.
Estando previsto para este mismo año, es de suponer que estaría muy cerca de estar terminado, y que apenas le quedarían unos meses de desarrollo. Seguramente, cuando pase la tormenta conoceremos la historia de la cancelación, extraña y apresurada, ya que el pasado septiembre se anunció una serie de cómics y un libro basado en el juego. Por ahora sólo sabemos que Microsoft Studios decidió terminar con el desarrollo de Scalebound, y sólo nos queda esperar que la aventura de Drew y Thuban no esté muerta para siempre.
Apéndice
Para más información, os animamos a visitar la ficha del juego en Vandal o este hilo de NeoGAF.