Hace tan sólo unos días hemos recibido la última entrega de la saga Oddworld, que quiere recuperar la aventura original a la vez que la reinventa con multitud de novedades. El universo de Oddworld se ha expandido en multitud de direcciones diferentes, y una de las más particulares es Oddworld: Stranger's Wrath, título que combinaba la primera y la tercera persona para ofrecer disparos, acción, exploración y una notable carga narrativa. El proyecto que hoy nos ocupa habría sido su sucesor espiritual.
Una broma que no era tal
Como sabéis, Oddworld: Stranger's Wrath fue un título que Oddworld Inhabitants y Electronic Arts desarrollaron juntos, y tras terminarlo, las negociaciones sobre la secuela no tardaron en llegar. Curiosamente, el estudio decidió buscar otra editora -concretamente, Majesco Entertainment- pero es algo en lo que profundizaremos más adelante. Bautizado como Oddworld: The Brutal Ballad of Fangus Klot, aunque habitualmente acortado a simplemente Oddworld: Fangus por razones obvias, el proyecto se puso en marcha a finales de 2004, y se anunció oficialmente de 2005.
Oddworld: The Brutal Ballad of Fangus Klot se hizo público en la revista Game Informer, en el número de abril de ese año, y nunca más se supo de él, por lo que durante mucho tiempo se pensó que había sido una broma del April's Fools, el Día de los Inocentes anglosajón. Pero nada más lejos de la realidad. Fangus llevaba ya meses en desarrollo y, aunque no estaba demasiado avanzado, contaba con ilustraciones, niveles y animaciones en proceso.
Un Oddworld más oscuro, adulto y político
En Oddworld: The Brutal Ballad of Fangus Klot, Oddworld Inhabitants quería explorar otras partes de su universo, y, según explicaba Lorne Lanning, cofundador del estudio, buscaban representar la diversidad que podemos encontrar en la Tierra, que va desde la Antártida a las calles de Tokio, a la vez que se exploraba el clima político de la época, tomando inspiración de las gigantescas ciudades de prisioneros que Rusia había creado durante la Guerra Fría, además del concepto de razas. Para hacerlo un poco más accesible para todos los públicos y mantener la temática del universo, en Fangus las dos principales razas eran unas criaturas humanoides que, a pesar de ser totalmente inteligentes y civilizadas, seguían inmersos en una eterna batalla porque una tenía antepasados felinos y la otra antepasados caninos.
En concreto, los habitantes de Fangustan eran una raza nómada que vivían del pastorado y que habían evolucionado de una especie de bulldog. Fangustan vio una invasión de la raza felina, los Vamps, que tenían una visión bastante más mafiosa de la vida, y que habían construido fábricas para obligar a los pastores nativos del lugar a trabajar en ellas. A Fangus Klot, nuestro protagonista, lo habían encerrado y obligado a participar en batallas ilegales en una especie de coliseo interno, hasta que un día, durante una pelea, un rival rabioso (literalmente) lo muerde y lo infecta con la rabia, destruyendo de paso parte de la arena y dándole la oportunidad de escapar.
En esta secuela, una de las principales claves de Oddworld: Stranger's Wrath, la posibilidad de usar a animalillos como munición, no volvería. Klot tendría otras habilidades, como poder controlar a un rebaño de una especie de oveja que nos ayudarían no sólo en el combate, sino también a resolver puzles. Como curiosidad, la destrucción de escenarios jugaría una parte muy importante de esta nueva entrega.
La eterna batalla entre desarrollador y editora
¿Qué pasó con Oddworld: The Brutal Ballad of Fangus Klot? ¿Por qué desapareció tan repentinamente? Oddworld Inhabitants no estaba demasiado contenta con cómo Electronic Arts gestionó el acuerdo en su día. Según explicó Lanning en una entrevista con Game Informer, como EA no era dueña de la IP, no se preocupó demasiado de promocionar y apoyar Stranger's Wrath, y esto hizo que el estudio buscase a otra compañera de aventuras para este sucesor espiritual.
Al final, apostar por Majesco Entertainment no salió demasiado bien. Lanning no ha entrado en detalles, pero ofreció una situación hipotética para ayudarnos a entender algunos de los patrones que acabaron por quemar al equipo. Según contaba, una editora puede contactarte para decirte que el siguiente pago va a llegar tarde, pero que va a llegar. A su vez, te avisan de que quieren revisar el contrato, poniendo al estudio entre la espada y la pared porque saben que, en cierto modo, si no revisas el contrato es posible que nunca llegue el dinero, y como estudio independiente tienes que asegurarte de que tienes los fondos suficientes para pagar empleados, facturas, alquiler...
Al final, Oddworld Inhabitants decidió, justo después de que el número en cuestión de Game Informer saliese de la imprenta, cancelar el proyecto y desbandar el estudio a cargo de Oddworld: The Brutal Ballad of Fangus Klot cuando empezaron a ver ciertos patrones por parte de Majesco, y fue esta desaparición repentina la que hizo que muchos lo tomaran como una broma de April's Fool. ¿Revisarán algún día el concepto?