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Lo que pudo ser

Cada semana te contamos cómo eran juegos cancelados que nunca vieron la luz, o juegos conocidos que podrían haber sido de otra manera.

El otro Diablo III

Con motivo del 20º aniversario de la saga, recuperamos esta versión perdida y cancelada de la tercera entrega.
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Actualizado: 17: 0/0/21:31

Estos días la saga Diablo está de celebración, ya que cumple 20 años. En estos 20 años sólo hemos tenido tres entregas principales de ésta, y no precisamente porque Blizzard decidiese dosificarlas. De Diablo a Diablo II pasaron cuatro años, pero de éste a Diablo III pasaron 12. ¿La razón? El Diablo III cancelado que os traemos hoy.

Diablo III nos iba a llevar al cielo, además, con una base de MMO.

Nos vamos hasta el año 2000, justo tras terminar el desarrollo de Diablo II. Algunos artistas y programadores de Blizzard North, el estudio responsable de la saga, comenzaron a trabajar en el aspecto artístico y en el motor de Diablo III, y ya en 2001, después de lanzar la expansión Diablo II: Lord of Destruction, el resto del equipo se suma al desarrollo de la tercera parte por completo. Obviamente, éste iba a ser el Diablo más ambicioso hasta la fecha, y la ambición de sus creadores pudo ser la muerte del proyecto.

Uno de los primeros enemigos diseñados para el juego.

Esa ambición se reflejaba principalmente en su sistema de juego, que iba a seguir una ruta más propia de un MMO. Blizzard North quería expandir la experiencia, y para ello quería ir más allá de las sesiones cerradas de 4 u 8 jugadores, ofreciendo escenarios de mayor tamaño para más personajes, y creando comunidades enormes en torno al juego. Parece que la idea era un poco parecida a la de Destiny, con zonas comunes en las que interactuar con otros usuarios y misiones y raids para determinados números de jugadores. La esencia jugable, eso sí, iba a ser la misma, con los cambios que supondrían un mundo en el que los cambios serían permanente y con la posibilidad de interactuar con multitud de jugadores a la vez.

Curiosamente, Diablo III iba a transcurrir en el cielo, y la historia trataba sobre el infierno intentando apoderarse de aquél. Esto se traducía en un diseño artístico bastante más colorido que no iba a ser del agrado de muchos seguidores. También veríamos el salto a unos entornos en tres dimensiones, algo que supuso bastante trabajo, tanto desde el lado artístico como el técnico. La versión más temprana, eso sí, iba a ser algo más terrenal, llevándonos a los bosques irlandeses, aunque no sabemos si la ascensión a los cielos también se produciría o no.

Seguimos en 2001. Los chicos de Blizzard North estaban un poco cansados de trabajar siempre en juegos con la misma temática, y comienzan a trabajar en prototipos para desarrollar un nuevo juego. Finalmente, Blizzard aprueba el llamado "Mystery Project #2", para el que dedica un equipo al completo. Nunca se supo nada de este proyecto misterioso, que se suponía que iba a ser algo totalmente diferente de Diablo, y que como comentaremos más adelante, también acabó cancelado.

Esta criatura tan agradable es Rakanoth, Lord of Dispair, que acabó apareciendo en el Diablo III que jugamos.

El desarrollo de ambos proyectos progresó generalmente bien durante dos años, aunque al parecer, las principales figuras de Blizzard North querían tener más peso dentro de la compañía, y esto acabó bastante mal. Según estos desarrolladores (los fundadores de Blizzard North, David Brevik, Max Schaefer y Erich Schaefer, junto a Bill Roper), querían tener más peso para saber la situación del estudio, ya que constantemente escuchaban rumores sobre cómo iban a venderlos.

Como veis aquí, técnicamente era un salto notable, y más si tenemos en cuenta que todo estaba realizado en 3D.

A esto se le sumó el problema que resultó ser el segundo proyecto. Más gente "significaba más gestionar y menos hacer juegos", explicaban, y saber la situación administrativa de la compañía, pensaban, ayudaría. Básicamente pedían tener más control sobre su futuro, pero tras no recibir respuestas positivas, lanzaron un ultimatum: "o nos incluís en el proceso administrativo, o nos vamos". En junio de 2003, los cuatro se iban. Éstos acabarían fundando Flagship Studio, y algunos de ellos, posteriormente, Runic Games, creadores de Torchlight.

Con la partida de "The Big Four", como se les llamaba, Blizzard decide cancelar el segundo proyecto tras dos años en desarrollo y centrar todos sus esfuerzos en Diablo III. Al parecer, en este momento fue también cuando se produjo el cambio de ambientación y el abandono total del MMO, llevando el juego al cielo y a una jugabilidad más tradicional. Blizzard realizó un comunicado en el que aseguraba que esta situación no tendría un impacto negativo en el juego (que todavía no se había anunciado oficialmente), y que no se retrasaría. Hoy en día sabemos que esto no acabaría siendo cierto.

Aunque no han trascendido más detalles, se sospecha que Diablo III no cumplía las expectativas, no sabemos si por la ausencia de estos miembros claves o no, y en agosto de 2005, después de media década en desarrollo, Blizzard no sólo cancelaba este Diablo III, sino que cerraba directamente Blizzard North. El estudio de Blizzard en Irvine tomaba entonces el relevo, y el resto ya es historia.

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