Información del juego
Emily Wants To Play es un videojuego de terror psicológico en primera persona desarrollado por Shawn Hitchcock bajo el estudio SKH Apps. Fue lanzado originalmente en el año 2015 y está disponible en múltiples plataformas, incluyendo PC, PlayStation 4, Xbox One, y VR. El juego desafía a los jugadores a sobrevivir una noche en una casa donde residen una niña pequeña llamada Emily y sus muñecos poseídos, cada uno con su propio comportamiento letal. El jugador toma el papel de un repartidor de pizzas que, al hacer una entrega, queda atrapado en la casa en cuestión.
Resumen
Las mecánicas de Emily Wants To Play se centran en la exploración y la supervivencia dentro de un entorno aterrorizante. A medida que avanzan las horas en el juego, el comportamiento de los muñecos cambia, y cada uno requiere un enfoque diferente. Por ejemplo, el muñeco llamado Kiki debe ser observado constantemente para prevenir que ataque, mientras que otro muñeco necesita que el jugador se quede inmóvil para evitar su agresión. La atmósfera del juego está cargada de tensión, ya que el jugador debe adentrarse en habitaciones oscuras, escuchar atentamente los sonidos para anticiparse a las amenazas, y gestionar su tiempo de manera eficaz para sobrevivir hasta la mañana.
La trama se desarrolla principalmente a través de notas y grabaciones esparcidas por la casa, las cuales revelan detalles espeluznantes sobre los eventos que llevaron a la situación actual. La casa misma está ambientada de manera que incrementa la tensión psicológica, con sonidos inquietantes y una iluminación cuidadosamente diseñada que contribuye a la sensación de temor constante.
Una de las características que distingue a Emily Wants To Play es su capacidad para crear una experiencia envolvente utilizando recursos limitados. La combinación de mecánicas simples pero efectivas, junto con la ambientación visual y sonora, amplifica el impacto del terror que se experimenta. A diferencia de otros juegos de terror más complejos, Emily Wants To Play se enfoca en el instinto primario de supervivencia del jugador.
La recepción crítica del juego fue mixta, con elogios destacados hacia su atmósfera y la originalidad de sus mecánicas de supervivencia en tiempo real. Sin embargo, algunos críticos señalaron que, si bien su concepto era innovador, la ejecución podría resultar repetitiva, y el juego carecía de profundidad en términos de narrativa y desarrollo de personajes. La comunidad de jugadores, especialmente aquellos apasionados por los juegos de terror, apreció su capacidad de ofrecer sustos genuinos y su valor como experiencia intensa y desafiante. En general, Emily Wants To Play se ha consolidado como un título notable dentro del género de terror independiente, ofreciendo una experiencia memorable y aterradora.