La semana pasada (24-25 de Junio) tuvo lugar en Génova un evento de juegos independientes con un cariz ligeramente distinto de la mayoría de eventos de este estilo. Al pasar por los pasillos de la Villa Durazzo Bombrini ya se nota que esto no es lo normal. Una casa estilo palaciego del siglo XVIII, una verdadera villa italiana reconvertida en lugar para eventos culturales de todo tipo nos da la bienvenida, con sus escalinatas, sus parques, su reja de estilo siglo XVI, y todo tipo de pompa y gloria para invitarnos a un evento que parece bastante relajado.
Una vez dentro realmente había pocos espacios habilitados para el evento. Tan sólo 3 salas donde se puede probar diferentes juegos, una sala de conferencias, y otra para talleres (los cuales por cierto tienen un coste adicional). Curiosamente, el mayor patrocinador que tiene el evento es una empresa que no es especialmente independiente ni que cumpla demasiado bien con el espíritu del evento, ya que hablamos de Miniclip, una compañía experta en juegos de móvil para todos los públicos, especialmente juegos muy sencillos, casuales y adictivos. Pero Miniclip tiene una sede en Génova, y por ello les debe costar poco echar un cable en una situación así.
La recepción la hicieron a trío Federico Fasce, Andrea Rocco y Enrico da Molo. El primero es un veterano de la escena de desarrollo de videojuegos genovesa (actualmente realiza sus videojuegos a nivel independiente y los cuelga aquí: https://kurai.itch.io/) , mientras que los otros dos son personas con experiencia en la gestión cultural, siendo Andrea el fundador de la comisión de cine de la región de Liguria, y miembro de la comisión para el cine europea. Como veréis, son personas más del mundo de la cultura que del videojuego en sí, lo que aporta esa diferencia respecto a otros festivales, y se nota. Si queréis echar un ojo a la charla del año pasado, la tenéis aquí https://www.youtube.com/watch?v=TP5_X3XLGDU, y podéis ver que aunque con un marcadísimo acento italiano, el evento es en inglés. Lo cual es un detalle a la gente que venimos de fuera.
La primera charla fue de unos ponentes de gran calidad, la pareja formada por Auriea Harvey y Michaël Samyn, también conocidos como Tale of Tales. Tras no conseguir crear videojuegos más o menos convencionales (a pesar de ello muy conocidos en la escena independiente, como The Path, Luxuria Superbia o el último Sunset) se han refugiado en el arte y en las posibilidades creativas de los medios interactivos para realizar otras obras.
El siguiente ponente, si bien no es tan conocido en general, ha creado un juego del que ya hemos hablado en este medio, que es Fragments of Him. Así, Mata Haggis en este caso explicó diferentes herramientas que puede tener el desarrollador para poder contar una historia, o desarrollarla, sin acudir a lo tradicional, usando imágenes, sonido u otras formas de comunicación que tal vez no estén tan exploradas como las voces o el texto a la hora de narrar una historia.
Finalmente, otro ponente de altura fue Eric Zimmerman, que seguramente os suene a todos aquellos que os hayáis acercado al diseño de juegos de manera profesional, pues es el escritor de Rules of Play, uno de los libros de referencia para cualquier desarrollador. Como jugadores tal vez os suene su mayor éxito (Diner Dash), pero su charla fue bastante poco convencional, de manera que intentaba explicar cómo un diseñador de juegos puede experimentar una especie de "deformación profesional" que le ayude a tener una vida mejor.
Del primer día poco más que añadir, hasta que llegamos a un pequeño concierto que tuvo lugar en el casco antiguo en la ciudad, donde los instrumentos eran… consolas Game Boy. Una experiencia diferente que realmente casa bastante con el espíritu del evento.
Al día siguiente, por un lado, teníamos los tres talleres (uso de Unreal, el uso de sensores y arte conceptual de escenarios),mientras que las charlas versaron sobre temas como la realidad virtual, los videojuegos como crítica y diferentes formas de narrativa.
Además de lo visto en las charlas, como había dicho antes, se pudieron probar diferentes juegos. Uno de los que más interesantes me pareció es "A normal lost phone", un juego en el que el usuario se encuentra un móvil perdido, y si quieres puedes investigar que le ha pasado al dueño. Podéis jugarlo gratis aquí: http://gamejolt.com/games/a-normal-lost-phone/123864, o participar en su campaña de micromecenazgo aquí http://es.ulule.com/a-normal-lost-phone/, pero en general os diré que es una historia que engancha de manera notable.
Otros juegos interesantes fueron Gridd: Retroenhanced, un matamarcianos que mezcla estética ochentera con la tecnología y modos de hoy en día, Planetoid Pioneers, el juego que está en Early Access en Steam y que cada vez tiene mejor pinta, las curiosas aventuras de Bulb Boy o Eco Tone, e incluso se encontraban disponibles varios juegos de mesa.
En resumen, como podéis ver, el evento Game Happens parece interesante, pero seguramente no tanto como para tener que desplazarse anualmente a Génova a disfrutarlo. Por otro lado, lo que sí me parece interesante es el espíritu del festival, con mucha intención de ayudar al mundo desde una perspectiva de los videojuegos, y la manera tan aperturista de tratarlo. No en vano tienen una relación potente con Holanda, lo que se puede ver en que entre los ponentes del primer año se encontraba Rami Ismail (Vlambeer), y que este año también había ponentes de los Países Bajos.
Pero si en lugar de estar este festival de manera solitaria se pudiese juntar a festivales de un calado parecido en Francia (en Noviembre tendremos Indiecade Paris), España (por ejemplo el AzPlay), Alemania (que con A Maze sin duda alguna tiene un evento de este estilo) y, a falta de que el Brexit nos demuestr lo contrario, Inglaterra (Rezzed vendría a ocupar este espacio), sin duda alguna estaríamos hablando de un evento mucho más potente, y con un espacio propio llamativo. Veremos cómo transcurren los próximos años, y la próxima semana hablaremos… del Gamelab, y todo lo que ha ocurrido esta semana en Barcelona.